AHSA DENUNCIA AL SEPRONA LA APARICIÓN DE AVES MUERTAS ANTE UN EDICIFIO EN SANTA POLA

Uno de los aviones roqueros muertos en Santa Pola (S. Arroyo)

La pasada semana un miembro del colectivo ecologista Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) encontró una decena de aviones roqueros Ptynoprogne rupestris muertos sobre la acera de un edificio de la Avenida Jesús Astondoa, en la localidad de Santa Pola, cuando eran retirados por personal de la cafetería que se encuentra en los bajos de la mencionada finca, en la zona también aparecieron balines de plástico utilizados como munición para pistolas de aire comprimido.

Balines encontrados junto a los aviones muertos (J.M. Hernández)

Al día siguiente, miembros de AHSA acudieron a la zona a primera hora de la mañana, encontrando otras 5 aves muertas y más balines de pistola de aire comprimido. Ante la posibilidad de que las aves hubieran muerto a causa de los disparos, se recogieron varios ejemplares y se contactó con el Centro de Recuperación de Fauna (CRF) de la Santa Faz advirtiendo de la situación y de la necesidad de realizar un examen a estas aves para determinar si la causa de la muerte habían sido los disparos con la mencionada arma. Un técnico del CRF se desplazó para recoger las aves muertas.

Aviones roqueros descansando en una repisa del edificio donde han aparecido los ejemplares muertos (S. Arroyo)

Los hechos han sido denunciados por AHSA ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) al constituir un presunto delito contra los recursos naturales y el medio ambiente al tratarse, el avión roquero, de una especie incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, por lo que el grupo ecologista ha solicitado que se realicen las investigaciones pertinentes para conocer al posible autor o autores de los hechos denunciados.

 

AHSA informa que el avión roquero es una especie de la familia de las golondrinas que nidifica en las sierras del interior alicantino e inverna en determinadas zonas cercanas a la costa como Santa Pola, donde es habitual la presencia durante el invierno de centenares de estas pequeñas aves, que vuelan incansables capturando los pequeños insectos que les sirven de alimento. Las repisas y celosías de los altos edificios que bordean la costa les sirve de refugio para descansar, donde han podido ser víctimas de los disparos.

 

Por último, Amigos de los Humedales señala que los intensos fríos y la falta de alimento ha pasado factura a estas aves y han aparecido algunas aves muertas por esta causa, aunque la aparición de la munición de pistola de aire comprimido en la misma zona donde están apareciendo las aves muertas, hace sospechar que los disparos hayan sido la causa de la muerte.

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