Firmas por Tabarca

Recientemente ha sido iniciada una petición en Change.org para pedir al Ayuntamiento de Alicante, al de Santa Pola y a la Conselleria de Medio Ambiente detener la degradación que sufre Tabarca a causa del turismo masivo que llega a la isla cada verano. Desde AHSA consideramos imprescindible, para proteger sus valores ambientales e históricos, que se establezca una carga de visitantes y de embarcaciones que acceden a la isla y a la reserva Marina. Por lo que pedimos tu firma de apoyo a esta petición en el siguiente enlace, a continuación reproducimos el texto de la petición:

https://www.change.org/p/ajuntament-d-alacant-salvemos-la-isla-de-tabarca

Frente a las costas del municipio alicantino de Santa Pola, una de las sedes del turismo masivo vacacional de la Costa Blanca; se encuentra la isla de Tabarca. Un pequeño y pintoresco archipiélago que, desde hace años, se ha convertido en destino turístico de la provincia.

El archipiélago consta de tres islas en las cuales, en la conocida como Nova Tabarca, se alza una población en la que residen aproximadamente 60 personas, las naturales del lugar que ven y sufren las consecuencias diarias de un turismo descontrolado y masivo mediante el cual, innumerables navieras de diferentes municipios costeros, trasladan turistas sin cesar desde las 10 de la mañana hasta las 19 en época estival. Superando en ocasiones las 10.000 personas en un entorno de menos de 1.400 hectáreas.

La isla es una reserva marina protegida con especies autóctonas, asimismo lugar de paso de aves migratorias con una gran colonia de gaviotas cuya anidación y crecimiento de crías se ve afectado y turbado por la incívica afluencia de gente, que masifica, ensucia y contamina la isla sin que haya ninguna clase de control que sancione a todos aquéllos que utilizan el entorno como lugar de botellón cuyos restos dejan depositados en las playas y acaban flotando en sus aguas cristalinas poniendo en peligro la vida de miles de peces y otras especies marinas.

Por otra parte, la isla sufre una gran invasión de gatos salvajes de los que nadie se ocupa, la mayoría de los cuales padecen enfermedades que se contagian los unos a los otros. Una colonia de más de 200 gatos que rebuscan alimento por los contenedores del pueblo y se encuentran en condiciones verdaderamente precarias. Problema de fácil solución con un tratamiento desparasitario, un tratamiento para las infecciones que padecen actualmente y una campaña de esterilización que evite la constante procreación de los gatos.

La población depende administrativamente del ayuntamiento de Alicante quien, junto con otras poblaciones, explotan al máximo los beneficios económicos de la isla. Desde esta localidad parten diariamente tres barcos con capacidad para 150 personas cada una. Desde Benidorm otro con el doble de capacidad a los que se unen un barco más procedente de Torrevieja y otro de El Campello; sin embargo, la localidad que se lleva el premio gordo es, sin lugar a dudas, Santa Pola. Municipio que, además de barcos, dispone de una enorme flota de lanchas rápidas de bajo coste con capacidad media de 50 viajeros por embarcación, que llega al enclave en tan sólo quince minutos. Éstas parten hacia la isla cada hora y son aproximadamente siete lanchas. Nos podemos hacer a la idea por tanto, del número de viajeros que acuden a lugar diariamente.

Es tal el excesivo número de turistas que los más de doce restaurantes de la isla no logran dar de comer a todos los que acuden por falta de sitio y personal. Algo que en periodos como el mes de agosto, es bastante habitual.

Además de la impresionante afluencia de gente cuyas prácticas incívicas ensucian y contaminan, hay que añadir la pesca descontrolada y el número de embarcaciones privadas que atracan en las costas de la isla, a menudo, sin respetar el área destinada para bañistas, poniendo así en riesgo la seguridad de los mismos. Embarcaciones que superan en ocasiones las 200 lo que permite que se llenen de transeúntes islotes como el de La Cantera o Cova del Llop Marí, separados del archipiélago a los que sólo se puede acceder a nado y que son, precisamente, en los que las gaviotas alimentan y protegen a sus crías y que, por supuesto, a menudo no son respetadas y a veces los turistas son por ello atacados por ellas.

Las especies de la isla corren peligro, tanto las marinas como las aéreas; así como la impotencia de los vecinos del pueblo que ven, impotentes, el deterioro de la isla por una explotación masiva,

Por este motivo, solicitamos a las autoridades competentes; a los excelentísimo Ajuntament d’Alacant y al Ajuntament de Santa Pola a las múltiples empresas navieras, así como a la Conselleria de medi ambient, territori i habitatge de la Generalitat Valenciana y a la Diputació d’Alacant, que tomen cartas en el asunto de manera urgente; procediendo a la regulación del turismo en la zona, marcando un número máximo de visitantes diarios y reforzar la vigilancia aumentando el número de policías que patrullan la isla, garantizando así el cuidado del lugar, sancionando a todo aquel que utilice la isla como lugar de desfase, consumo de drogas o alcohol de manera masiva y descontrolando para proteger la fauna, flora y población isleña.

Finalmente, resultaría interesante que el personal de los barcos garantizase que los viajeros no se abstuviesen de consumir alcohol o marihuana a bordo de los navíos para garantizar la seguridad del pasaje.

Como ciudadano de la ciudad de Alicante me siento avergonzado de que esta tierra esté desprestigiada por un turismo que a menudo, no valora su patrimonio y entornos naturales. Te solicito ayuda para parar la explotación de la isla y el peligro al que está expuesta y te agradezco de antemano tu colaboración.

Mário Moyano Fabián

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