ESCOPETAS CONTRA EL USO Y DISFRUTE DE LA SIERRA DE SANTA POLA

ECOLOGISTAS MUESTRAN SU RECHAZO A QUE LA CONSELLERIA NO BUSQUE UNA SOLUCIÓN PARA DETENER LA CAZA EN LA SIERRA DE SANTA POLA

Acantilado de la sierra de Santa Pola desde la costa (O. Aldeguer)

En el año 2016 se iniciaron los trámites para la declaración de la sierra de Santa Pola cómo Paraje Natural Municipal. La iniciativa del Ayuntamiento de esta localidad tenía como objetivo principal proteger los terrenos forestales de propiedad municipal situados al este de la N-332 y actuar sobre los impactos negativos que sufre este espacio natural, entre los que destaca la actividad cinegética. Por ello en enero de 2017 los grupos ecologistas presentaron un escrito en apoyo a la iniciativa municipal y solicitando el cese de la caza en el paraje.

Sin embargo dos años después, a escasos días del inicio de la nueva temporada de caza, nada ha cambiado, y desde el Ayuntamiento de Santa Pola les comentan que las peticiones realizadas a la Conselleria de Medio Ambiente para paralizar la actividad cinegética han sido infructuosas. Una actitud, según el parecer de los grupos ecologistas, totalmente irresponsable por parte de la Conselleria, teniendo en cuenta que está en juego la seguridad de las numerosas personas que acuden a disfrutar de este espacio natural.

Barranco de fuentes en la sierra de Santa Pola (O. Aldeguer)

AHSA y Margalló-Ecologistes en Acció recuerdan que la sierra de Santa Pola es un espacio periurbano, enclavado en un municipio con más de 30.000 habitantes que en época estival quintuplica su población, y con un sector turístico que acoge a miles de visitantes a lo largo del año. Ello hace que este paraje natural sea utilizado de forma semanal por centenares (quizás miles) de personas como lugar de esparcimiento y realización de actividades al aire libre. Algo que incluso ha motivado la creación de un aparcamiento junto al faro para regular y controlar el estacionamiento de vehículos en la sierra. Si a esta situación (en la que por cierto ya resulta un milagro que la fauna pueda prosperar), le sumamos la presencia de algunas decenas de cazadores armados con escopetas disparando entre la vegetación, la situación de inseguridad para la integridad física de las personas es clara y evidente. Una problemática que ya ha sido motivo de numerosos conflictos entre cazadores y las personas que acuden a este espacio natural, y es que incluso los propios cazadores reconocen la incompatibilidad de usos en la sierra.

Según los grupos ecologistas esta inadmisible situación es fruto de una ley de caza que extorsiona a los propietarios de este tipo de parcelas, en este caso una administración pública, y les obliga a aceptar el mal menor. Ello es debido a que los propietarios no pueden decidir libremente sobre el ejercicio de la caza en sus terrenos y se ven obligados a aceptar la existencia de un coto de caza, puesto que con la actual Ley de Caza de la Comunidad Valenciana la alternativa sería la declaración de zona libre de caza en la que cualquier persona con licencia podría cazar en ellos.

Por todo ello, desde AHSA y Margalló-Ecologistes en Acció exigen un comportamiento responsable por parte de las administraciones públicas, sobre todo de la Conselleria de Medio Ambiente, y que se proceda a prohibir el ejercicio de la caza en la sierra de Santa Pola, dado el elevado riesgo de que una persona pueda ser alcanzada por un disparo y se produzca una tragedia.

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