VISITA A LAS SALINAS DE SANTA POLA

Observando aves en las salinas (Miguel Andújar)

El pasado sábado,  tras muchos meses de interrupción, reiniciamos las salidas al campo. Principios de septiembre son unas fechas ideales para la observación de aves en los humedales. En estos momentos confluyen los últimos ejemplares de las especies estivales que han nidificado en nuestros humedales y ya están aquí las puramente migrantes o algunas de las que permanecerán por la zona durante todo el invierno.

Cigüeñuela juvenil (Miguel Andújar)

La tarde se presento bien soleada, como acostumbra por estas fechas, aunque la brisa de levante evitó que pasáramos calor. Centenares de gaviotas picofinas y reidoras se levantaron al poco de iniciar el recorrido, mientras  una pagaza piquirroja ad. y un juvenil nos sobrevolaban, bandos de moritos cruzaban en su incesante trasiego entre los humedales y las zonas de huerta donde les gusta alimentarse.  Las orillas de las charcas y las zonas más someras estaban ocupadas por una variedad interesante de  limícolas, chorlitejos patinegros y grandes, correlimos menudos, comunes y zarapitines, archibebes comunes y claros, avocetas o cigüeñuelas. Algunos combatientes y agujas colinegras completaban el variado repertorio de los amantes de los barrillos.

Archibebe común juvenil (Miguel Andújar)

En una isleta, una joven pagaza piconegra esperaba pacientemente a que el progenitor se acercara con ceba de tanto en tanto, quizá de las últimas de su especie que todavía no han emprendido la migración a sus cuarteles de invernada en el África subsahariana. Otros estérnidos estivales como  charrancitos, fumareles comunes y cariblancos vuelan por las salinas. Un bando de los habituales flamencos salineros, emprenden el vuelo y nos  ofrecen una exhibición del flamígero rojo y negro de sus alas.

Flamencos y gaviotas reidoras (Miguel Andújar)

La habitual águila pescadora, que descansa en algunas de las torres eléctricas de las salinas, no acude a la cita, por lo que la única rapaz que observamos es un aguilucho lagunero que repasa uno de los azarbes de las salinas.

Con la caída de la tarde emprendemos la vuelta y damos por terminada esta salida.  La próxima cita, también en las salinas, para celebrar el tradicional día de las aves en la Torre del Tamarit.

 

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