LA FALTA DE CONTROL DE AVES ELECTROCUTADAS PERPETUA LA MASACRE DE RAPACES

Buitres electrocutados (Agentes Ambientales de Requena-Utiel)

El pasado mes de febrero la Conselleria de Transición Ecológica publicó el documento técnico «Tendidos Eléctricos y Aves. Evaluación del conflicto y actuaciones de corrección desarrolladas en la Comunitat Valenciana». En éste, entre otras informaciones,  se ofrece una recopilación y análisis del número de aves muertas en tendidos eléctricos de la Comunitat entre 1995 y 2019.

En total se recopilan datos referentes a 4.568 casos de electrocuciones en los 25 años transcurridos, incluyendo un gráfico con los acumulados cada año. Este registro anual de aves muertas es muy irregular desde el inicio de la toma de datos de forma sistemática en 1995.

En otra tabla se incluye información sobre las prospecciones llevadas a cabo, el esfuerzo realizado y el número de cadáveres localizados. Las grandes diferencias entre un año y otro no se deben a causas aleatorias sino simplemente al esfuerzo dedicado a la búsqueda de aves electrocutadas, a mayor esfuerzo, mayor número de aves detectadas.

Si observamos la tabla de hallazgos anuales de aves muertas, vemos que en 2019, con más de 500 aves se supera con diferencia la cantidad de cadáveres encontrados hasta la fecha, siendo el segundo más numeroso el año 2018, con poco más de 300. La diferencia ha sido el incremento de la revisión de fauna en líneas eléctricas, por parte de los Agentes  Medioambientales de la comarca de Requena – Utiel. Una iniciativa que partió de los propios agentes que compatibilizaron, durante el año 2019, sus labores habituales con el incremento en la vigilancia. En total hallaron restos pertenecientes a 200 individuos, destacando por su número 26 buitres leonados Gyps fulvus, 21 búhos reales Bubo bubo, 17 ratoneros Buteo buteo  y 11 cernicalos vulgares Falco tinnunculus.

Águila real electrocutada  (Agentes Ambientales de Requena – Utiel)

En la Comunidad Valenciana se estima que al año mueren electrocutadas una media de 983 rapaces,  (Pérez-García J.M. 2009. Identificación de las Áreas Prioritarias para la corrección de Tendidos Eléctricos en la Comunidad Valenciana. Conselleria de Territori i Habitatge. Generalitat Valenciana. Informe inédito.)  ¿Pero, por que es tan importante localizar las aves electrocutadas?

Pese a que la actual legislación ambiental cuenta con herramientas suficientes que podrían favorecer que las líneas eléctricas que traspasan el territorio, pertenecientes en su mayoría a grandes compañías, fueran seguras para la fauna salvaje, nos encontramos con que los apoyos eléctricos potencialmente peligroso para las aves, tan solo son modificados a golpe de electrocución y a veces ni eso. Lo que se traduce en que a mayor cantidad de aves electrocutadas localizadas,  una mayor cantidad de apoyos potencialmente peligrosos para la avifauna podrían ser modificados.

El impacto sobre las  aves rapaces protegidas es brutal, en el caso del águila perdicera, catalogada como vulnerable en la Comunidad Valenciana, entre 2005 y 2018 ingresaron en los Centros de Recuperación de Fauna 113 aguilas perdiceras muertas o gravemente heridas, de las cuales 68 lo hicieron por electrocución.  En ese periodo se redujo de 93 a 81 el número de parejas nidificantes en la Comunitat.

El aumento de las prospecciones en los apoyos identificados como peligrosos es esencial para detener la masacre de rapaces y asegurar el futuro de estas especies.

 

 

 

 

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