El domingo 10 de marzo dedicamos la รบltima actividad invernal de AHSA a visitar el Mar Menor. Con una fresca y agradable maรฑana, con viento del suroeste, nos dimos cita cerca de 20 amantes de la naturaleza, que compartimos unas horas disfrutando de los paisajes y las aves de este magnรญfico paraje de la costa murciana.
El recorrido por la mota, convertida en paseo, que separa el Mar Menor de las salinas de San Pedro, nos ofreciรณ una estupenda variedad de aves, comenzamos por una destacada concentraciรณn de gaviota de Audouin, con mรกs de dos centenares de aves, aquerenciadas a una de las motas mรกs cercanas a Lo Pagรกn, con reclamos, carreritas y vuelos, anunciaban el comienzo de su temporada reproductora. Las picofinas, mas escasas, picoteaban dispersas tanto en los charcones salineros como en el propio Mar Menor, en las orillas de รฉstos encontramos correlimos tridรกctilos, vuelvepiedras, algรบn combatiente y cigรผeรฑuelas. El habitual bando invernal de zampullรญn cuellinegro habรญa quedado reducido a unas poquitas parejas, en una alejada mota garzas reales y cormoranes grandes reposaban al sol del mediodรญa, con ellos varias espรกtulas. En el entorno de las Encaรฑizadas la abundancia de barrillos propiciaba la concentraciรณn de limรญcolas, centenares de correlimos, comunes y menudos, con chorlitejos grandes y patinegros, archibebes claros, chorlitos grises y algunos zarapitos reales.
De vuelta a Lo Pagรกn, damos cuenta de nuestros bocatas sentados en el murete del canal que desemboca en la playa y nos dirigimos a la Marina del Carmolรญ. Este precioso saladar costero esย una de las pocas zonas del litoral de este pequeรฑo mar que se ha salvado del hormigรณn, frente a รฉl reposaban mรกs de un centenar de somormujos lavancos, que dormitaban con el vaivรฉn de la olas del cada vez mรกs intenso viento de poniente, algunos zampullines cuellinegros, una pareja de chorlitejos patinegros en las orilllas, algรบn charrรกn patinegro y lejanas gaviotas, es todo lo que nos ofreciรณ esta zona. Nos llamรณ la atenciรณn las aguas turbias que se extendรญan por el entorno, seguramente relacionada con los vertidos de aguas provenientes de retornos de riegos que vierte en este punto la Rambla del Albujรณn.
Continuamos camino hasta el cabo de Palos, nuestra รบltima etapa, al que acudimos con la intenciรณn de observar aves marinas desde este prominente punto del litoral. A la altura del puerto deportivo nos sobrevuela el cuervo desertรญcola que recala en la zona desde hace varias semanas. El Poniente ya soplaba con fuerza y no facilitaba el rastreo de la superficie marina con los telescopios, pese a ello pudimos disfrutar de la observaciรณn de varias decenas de alcatraces, varios grupos de frailecillos, que pasaban a una distancia suficiente para identificarlos correctamente, algรบn alca, un pรกgalo grande, media docena de pardelas baleares y una pareja de pardela cenicienta. Con elย escenario de los acantilados del cabo y el imponente faro que se alza sobre ellos, nos despedimos emprendiendo el retorno.
