La asociación ecologista Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) se ha dirigido a la Consellería de Agricultura y Medio Ambiente para solicitar que el vigente plan de riegos que se mantiene sobre el saladar de Aguamarga se convierta en un plan de inundación.
En la Declaración de Impacto Ambiental de la ampliación de la Desaladora del Canal de Alicante, publicada en 2005, se reconocen los impactos causados en el saladar de Aguamarga por la entrada en funcionamiento de esa infraestructura y que para mitigar éstos, se establecieron una serie de medidas correctoras entre las que se contemplaba la inundación del saladar con el objeto de “(…) corregir los impactos sobre la fauna y la flora hipersalina asociada a esta zona húmeda. Estos impactos se corrigen con la inundación periódica de los esteros dentro del saladar y la apertura de canales de conexión al mar para propiciar la renovación de las aguas, mediante ciclos de inundación naturales, creando una lámina de agua permanente”
AHSA recuerda que en septiembre de 2010 tuvo lugar una reunión entre AENA y diferentes administraciones con competencias en la conservación del saladar de Aguamarga, y que en la misma, a instancias de AENA, aduciendo el posible riesgo de colisión por la presencia de aves acuáticas, se tomó la decisión de realizar un “programa de riegos reducido” con el objetivo de mantener la vegetación del saladar, pero evitando que se mantuviera una lámina de agua en superficie. Aunque pese a la existencia de ese “plan de riegos”, se han mantenido intermitentemente inundados durante varios meses al año diferentes esteros y zonas de saladar y que en varias temporadas de nidificación diferentes especies de aves acuáticas protegidas han visto frustrado el proceso reproductor por dejar secar las zonas inundadas.
Por otra parte, el grupo conservacionista afirma que en los mas de 10 años transcurridos desde la publicación de la mencionada DIA, AENA no ha presentado documentación alguna que avale la modificación de esa resolución oficial, además sostienen que el saladar de Aguamarga y el aeropuerto de Alicante, al igual que otros aeropuertos y zonas húmedas han convido durante décadas sin una especial conflictividad en cuanto a colisiones entre aves y aviones. Como es el caso del aeropuerto del Prat en Barcelona, instalación situada junto a una zona húmeda, el delta del Llobregat, donde invernan mas de 30.000 aves acuáticas y donde además se han realizado proyectos de creación de nuevos humedales, sin que el índice de colisiones haya aumentado.
AHSA informa de que el saladar de Aguamarga además de estar incluido en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana es un hábitat de potencial importancia para diferentes especies protegidas, tanto botánicas como zoológicas. Entre las primeras cabe destacar la presencia del macrófito Althenia orientalis, especie catalogada como “Vulnerable” en el Catalogo Valenciano de Especies Amenazadas de Flora de la Comunidad Valenciana, siendo Aguamarga la única localidad de nuestra comunidad donde ha sido comprobada su presencia. En el caso de las especies faunísticas son varias las especies de aves que podrían verse beneficiadas de la restauración de la lámina de agua, pero entre ellas destaca la cerceta pardilla Marmaronetta angustirostris, especie de ánatida, que nidificó en la zona en 1999 y está catalogada como “En Peligro” en el Catálogo Valenciano de Especies Amenazadas de Fauna y que desde hace años atraviesa una grave situación, siendo objeto de un programa de cría en cautividad por parte del Servicio de Vida Silvestre de esta Consellería. Además, continua el colectivo ecologista, se han llevado a cabo trabajos de adecuación, para favorecer la presencia de esta especie, en humedales de titularidad privada en el PN de El Hondo, mientras un hábitat óptimo para la cerceta pardilla de propiedad pública, como es el saladar de Aguamarga, se mantiene completamente seco.
En el escrito presentado, los conservacionistas instan a la Consellería de Medio Ambiente a que se proceda a la inundación permanente de la superficie incluida dentro del Dominio Público Marítimo – Terrestre que afecta al saladar de Aguamarga, para conseguir la restauración ambiental de este espacio natural y que con ella pueda volver a albergar la biodiversidad que despareció a causa de la entrada en funcionamiento de la desaladora de Alicante.
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