LOS ECOLOGISTAS DENUNCIAN SUS EFECTOS NEGATIVOS SOBRE LA ZONA HÚMEDA DEL SALADAR DE AGUA AMARGA, SU ABSOLUTA FALTA DE IDONEIDAD URBANÍSTICA, TERRITORIAL, PAISAJÍSTICA Y AMBIENTAL Y EL INCUMPLIMIENTO DE LA LOTUP Y LA LEY DE ESPACIOS NATURALES
La asociación de Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) ha presentado siete alegaciones ante la conselleria de Política Territorial a la declaración de interés comunitario (DIC) promovida por la mercantil AG Valores SL para construir un camping turístico con capacidad para casi 1.400 personas junto a la zona húmeda protegida del Saladar de Agua Amarga, sobre una parcela de 11 hectáreas situada íntegramente en la cuenca de afección o perímetro de protección del humedal, en la que se dispondrían 378 parcelas para acampada y caravanas, 30 bungalows y numerosos espacios de uso común, incluyendo una discoteca, durante un mínimo de 30 años.
En primer lugar, los ecologistas denuncian que el camping es una agresión sobre una zona húmeda protegida a nivel autonómico y apuntan la falta de idoneidad urbanística, territorial, paisajística y ambiental de la actuación propuesta, que, en su opinión, va a provocar la recesión y degradación del Saladar y su entorno. Para AHSA, la DIC propuesta no se ajusta a lo dispuesto en el artículo 15 de la ley valenciana de espacios naturales protegidos, que protege todas las zonas húmedas del territorio autonómico y que obliga a que el planeamiento urbanístico adopte especiales precauciones en las cuencas de afección de los humedales catalogados.
La entidad conservacionista señala en sus alegaciones que, contrariamente a lo exigido por la ley valenciana de urbanismo (LOTUP), en ningún caso la actuación es susceptible de conservar y potenciar los aspectos ambientales y territoriales del entorno y que en absoluto se dan los requisitos de mayor oportunidad y conveniencia del emplazamiento propuesto respecto a otras zonas del medio rural. Tampoco consideran que se pueda hablar de utilización racional del territorio o de correcta vertebración territorial, sino más bien de uso irracional y de incorrecta vertebración del territorio, al poderse propiciar la formación de un núcleo de características urbanas y al generarse impactos negativos de todo tipo sobre el humedal colindante, desde el incremento de la presión antrópica sobre la fauna y flora del Saladar que supone la creación de un núcleo humano junto al humedal de casi 1.400 personas, hasta la contaminación lumínica y acústica que generarán las nuevas instalaciones, pasando por la posible contaminación de aguas superficiales y subterráneas derivada de vertidos de aguas residuales.
También tildan de inaceptable que se ignore en la documentación de la DIC que la actuación se plantea sobre el ámbito definido por tres fichas del catálogo del protecciones de Alicante (N2, P15 y P55), actualmente en tramitación, que protegen el Saladar de Agua Amarga y su entorno como parte del patrimonio natural y paisajístico de la ciudad, así como que no se haga referencia alguna al informe del departamento de planeamiento del Ayuntamiento de Alicante, emitido en septiembre de 2017, que puso importantes reparos a la DIC. Por último, denuncian que el estudio de impacto ambiental obvia valores botánicos y faunísticos relevantes de la parcela, que el camping en ningún caso puede considerarse en la categoría de ecológico, la existencia de un elevado riesgo de inundación (peligrosidad 4) en el camino de acceso al camping, el trazado de un camino público que atraviesa la parcela cuya desafectación municipal no parece haberse consumado, la existencia de infraestructuras peligrosas como gasoductos o tendidos eléctricos aéreos en la parcela o la falta de confort para los usuarios del camping derivada de los niveles de ruido generados por diversas infraestructuras cercanas (aeropuerto, ferrocarril, carreteras nacionales 332 y 340, desaladoras de Alicante) y de la proliferación de insectos asociados a los humedales de forma natural que pueden generar molestias.