El pasado mes de septiembre la Fundación Biodiversidad, entidad dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, hizo pública la presentación ante la Unión Europea de un proyecto Life para la recuperación de la población de cerceta pardilla Marmaronetta angustirostris en sus tradicionales áreas de reproducción. En este proyecto participaban también la Generalitat Valenciana, la Junta de Andalucía, el Gobierno de la Región de Murcia, la Generalitat Valenciana y el Gobierno de las Islas Baleares, junto a dos ONGs conservacionistas, ANSE y SEO Bird Life. Las principales acciones recogidas en él, consistían en la compra y adecuación de humedales para aumentar la superficie de hábitat disponible para la especie, para que éstos se encuentre libre de la actividad cinegética, una de las mayores amenazas para la especie, y que además se garantice una correcta gestión hídrica.
Desafortunadamente, el proyecto no llegó a pasar ni la primera selección. Al parecer la crítica situación de la cerceta pardilla, que virtualmente se encuentra al borde de la extinción en Europa, no es motivo suficiente para que Bruselas dedique una parte de su presupuesto a la conservación de la especie. Seguramente, este rechazo estará basado en sesudas baremaciones de los proyectos presentados, pero que al final nos lleva al sin sentido de que se rechace subvencionar un proyecto tan necesario, que cuando éste se lleve a cabo no solamente beneficiará a esta especie, sino a otras muchas que tienen que desarrollar su ciclo biológico en humedales en los que pueden ser tiroteadas o bien se quedan secos durante la temporada reproductora.
Esperamos que las administraciones y organizaciones implicadas no cejen en su empeño de conservar a la cerceta pardilla y el próximo año se vuelva a presentar el proyecto el próximo año, esta vez con éxito.