La Estrategia para la conservación de la cerceta pardilla, focha cornuda y malvasía cabeciblanca en España es un documento redactado en 2013 que aglutina los criterios orientadores para la conservación de estas tres especies, que fueron agrupadas en un mismo documento por sus similitudes en cuanto a problemática y vinculación con humedales. En él se identifican y describen las amenazas, se evalúan las acciones realizadas, se realiza un diagnóstico del estado de las poblaciones o se recomiendan una serie de acciones entre otras cuestiones relacionadas con la conservación de estas especies.
En la actualidad se esta redactando una nueva estrategia que deberá definir las líneas de actuación para la conservación de estas tres emblemáticas aves acuáticas para los próximos años. Habiendo ya un primer borrador que ha sido enviado a los miembros del comité asesor del proyecto Life cerceta pardilla, del que AHSA forma parte, para proponer sugerencias.
Desde AHSA hemos propuesto que se aluda en el documento al Saladar de Agua Amarga como un humedal degradado, donde se ha registrado la nidificación de la cerceta pardilla y que acoge ejemplares de la especie regularmente. Proponemos además que aunque el Saladar forma parte del Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana se le incluya como área de recuperación del plan de conservación de la cerceta pardilla en la Comunidad Valenciana, que sorprendentemente quedó fuera pese a las alegaciones presentadas por AHSA.
Esta propuesta de acción se enmarcaría en la línea de dotar de protección legal a determinadas zonas húmedas potencialmente importantes para la especie, contemplada en el borrador del documento, y que posibilitaría su restauración ambiental. Recordemos que el «Plan de Riegos”, actualmente en vigor, establece la inundación permanente de un único estero que ocupa una superficie aproximada de 1,35 hectáreas y la inundación estacional, entre los meses de febrero y julio, de otros 5 esteros que suman una superficie de 6’5 hectáreas. La superficie sobre la que se está actuando para mitigar el impacto producido en el Saladar de Agua Amarga por la extracción de agua del acuífero asociado por la Desaladora del Canal de Alicante, no alcanza el 4% de la superficie total protegida.
La recuperación de la lámina de agua sería muy sencilla gracias a la existencia de válvulas que vierten el agua impulsada desde la planta desaladora, a través de una red de tuberías instalada al efecto. La red de tuberías y válvulas instaladas cubre una superficie, susceptible de ser inundada, cercana a las 41 hectáreas.
Otras propuestas realizadas por AHSA han sido la inclusión de la caza nocturna como el principal motivo de la muerte accidental de ejemplares por disparos en el sur de Alicante. Además proponemos una mención específica del impacto de los pozos ilegales, vinculados al cultivo de frutos rojos , motivo principal de la falta de agua en el Parque Nacional de Doñana e incluso en determinados años en áreas del propio entorno del mismo donde ha quedado recluida la especie.