HUMEDALES, AGRICULTURA Y ORDENACIÓN DEL TERRITORIO

EN EL DÍA DE MUNDIAL DE LOS HUMEDALES RECLAMAMOS QUE CESE LA GUERRA CONTRA LA NATURALEZA EN EL FRENTE DE BATALLA DE LA HUERTA TRADICIONAL Y LOS HUMEDALES

Azarbe del Robatori (S. Arroyo)

Como cada año la Convención Ramsar propone un tema para la celebración el 2 de febrero del día mundial de los humedales, fecha en la que se firmó el convenio internacional para la conservación de estos ecosistemas en 1971 en la ciudad iraní del mismo nombre. En 2024 la Convención ha propuesto el lema “Los humedales y el bienestar humano” a fin de poner de relieve la gran interconexión entre los humedales y la vida humana, una relación en demasiadas ocasiones convertida en una verdadera guerra contra estos frágiles y sensibles ecosistemas.

En España existe una visión de confrontación entre la agricultura y las zonas húmedas, jalonada por episodios dramáticos de destrucción y deterioro de valiosos ecosistemas acuáticos, con la permisividad o complicidad de las administraciones públicas y de buena parte de la sociedad civil. Algunos ejemplos de esos episodios han afectado a las Tablas de Daimiel, o más recientemente a Doñana y a las marismas del Guadalquivir, cuyos acuíferos son saqueados por un modelo agrícola industrial, basado en la ilícita depredación de los recursos naturales, principalmente los hídricos, sin olvidar el envenenamiento del agua por el vertido de agrotóxicos, como ocurre en el Mar Menor.

Campo regado en Los Carrizales (J. Ramos)

En el sur de Alicante, donde subsisten una serie de humedales con un alto valor ambiental, se da la paradoja de que la mayor parte de los que se nutren de aguas continentales, que no dependen del agua marina como las salinas de Santa Pola y Torrevieja, obtienen sus recursos hídricos de la red de azarbes que sostienen la huerta tradicional del bajo Segura, esto es, de la actividad agrícola. Desde hace más de 1.000 años en la llanura aluvial formada por los aportes sedimentarios de los ríos Segura y Vinalopó se desarrolla un sistema agrícola especialmente adaptado a las condiciones físicas y ambientales, sustentado por una red de azarbes que, a la vez que transporta el agua para riego detraída del río Segura, recoge los drenajes de los campos regados por inundación. Los caudales de los principales azarbes, tras inundar una y otra vez las parcelas agrícolas situadas junto a su trazado, antes de llegar al mar son elevados o derivados a zonas húmedas, siendo los embalses de Riegos de Levante, en el Parque Natural de El Hondo, los principales beneficiarios de este singular sistema hídrico, además de otros importantes humedales encuadrados en este espacio natural y en el vecino Parque Natural de las Salinas de Santa Pola. Este ancestral sistema de azarbes y humedales, que durante siglos ha sustentado la economía y las sociedades del bajo Segura, conformando un paisaje agrario excepcional que acoge una extraordinaria biodiversidad, se encuentra en una avanzada fase de degradación que pone en peligro su futuro.

Puente del azarbe de Enmedio, uno de los azarbes desde donde se eleva agua al P.N. de El Hondo.

Un ejemplo de ese deterioro es la paulatina e incesante desaparición de terrenos de huerta tradicional bajo el hormigón en forma de desarrollos urbanísticos especulativos completamente alejados de las necesidades habitacionales de la población local, como los planteados en el nuevo Plan General Estructural de Almoradí o como la reciente reactivación del plan “Dolores Golf”, un proyecto que afectaría a 160 hectáreas de uno de los sectores de la huerta tradicional mejor conservados, contiguo a espacios naturales protegidos como El Hondo y Los Carrizales, y pese a ser un área con un alto riesgo de inundación, como se comprobó durante la DANA de 2019 cuando la zona estuvo durante semanas bajo las aguas. Otros ejemplos son la construcción de infraestructuras en el suelo no urbanizable de la huerta tradicional que tenían perfecto encaje en otro tipo de suelos, como la nueva EDAR de Almoradí o las centrales solares fotovoltaicas ya autorizadas en Catral y Callosa de Segura. A lo que hay que sumar la incesante construcción de viviendas ilegales sobre terrenos de muy alto valor agrológico con la absoluta permisividad de las administraciones y que en los últimos años ha tenido una reactivación tras la masiva legalización de viviendas realizada durante 2019 al amparo de la denominada Minimización del Impacto Territorial.

Azarbe de Mayayo antes y después de ser cementado (S. Arroyo)

Más ejemplos: la degradación de la red de azarbes causada por las obras de estrechamiento y cementación de sus cauces, obras que merman su capacidad de drenaje agravando las consecuencias de las inundaciones, o el vertido de residuos plásticos, principalmente envases, que además de degradar los azarbes contaminan sus aguas al transferir numerosos productos químicos que son utilizados como aditivos en su fabricación y que tienen un alto nivel de toxicidad para los seres vivos, incluidos los humanos.

A estas agresiones que llevan décadas destruyendo y alterando el ámbito de la huerta tradicional, hay que sumar una nueva y aún más inquietante amenaza: la agroindustria, las transformaciones agrarias promovidas sobre grandes superficies que multiplican la utilización de agrotóxicos y modifican el sistema de riego, pasando del riego por inundación al riego por goteo, privando a los azarbes de los drenajes y poniendo en peligro no solamente el valioso ecosistema agrario que constituye la huerta tradicional, sino también a los humedales que se nutren con sus aguas.

Grullas en el entorno de El Hondo (S. Arroyo)

Con desesperanza y cierta desolación, las entidades ciudadanas en defensa del territorio hemos visto que un Plan de Acción Territorial de la Vega Baja en cuya elaboración participamos y que podría haber servido para poner coto a algunas de estas agresiones y amenazas, parece haberse guardado en un cajón por el actual Consell. En este día mundial de los humedales hacemos un llamamiento para tomar medidas que detengan la guerra contra la naturaleza en el frente de batalla de la huerta tradicional y los humedales, recordando el mensaje que preside las celebraciones de este día: “El bienestar humano está irrevocablemente ligado al estado de los humedales del mundo”.

Este artículo ha sido redactado por Sergio Arroyo Morcillo y Miguel Ángel Pavón García, presidente y vicepresidente, respectivamente, de AHSA. Publicado por el diario Información el 2 de febrero de 2024

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