Plantean que las 121 boyas previstas se reduzcan a entre 35 y 50 y piden que el proyecto se someta a evaluación de impacto ambiental y a un estudio de integración paisajística
Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) ha registrado un escrito de alegaciones ante el Servicio Provincial de Costas al expediente de concesión, promovido por la conselleria de Transición Ecológica, para instalar campos de boyas de amarre en la reserva marina de Tabarca. Tras valorar positivamente la decisión de su instalación a fin de evitar el impacto negativo del fondeo descontrolado sobre las praderas de fanerógamas marinas de Tabarca, los conservacionistas alertan del excesivo número de boyas que se pretenden implantar, hasta 121, 35 en la zona sur y 86 en la zona norte. A juicio de AHSA, se trata de un número de puntos de fondeo desproporcionado para una reserva marina y un espacio de la Red Natura 2000 que presenta una gran fragilidad ante las situaciones de masificación que lamentablemente sufre todos los años durante el periodo estival. Los ecologistas señalan que debe tenerse en cuenta el número de puntos de fondeo de otras reservas marinas y espacios marinos protegidos del Mediterráneo español: 16 en Illes Columbretes (Castellón), 20 en Cabo Tiñoso (Región de Murcia), 32 en Sa Dragonera (Mallorca) o 50 en el Parque Nacional Marítimo Terrestre de Cabrera. También recuerdan que un proyecto previo del año 2002 preveía un total de 20 puntos de fondeo (13 en la zona sur y 7 en la zona norte), que ahora se pretende multiplicar por seis. Por todo ello proponen que el número de boyas se sitúe entre 35 y 50.
En otra de sus alegaciones critican que no se analicen alternativas relativas al número de puntos de fondeo y que el proyecto no se someta a evaluación de impacto ambiental, ya que el impacto ambiental del fondeo regulado no va a ser el mismo si se instalan 121 o 35 puntos de fondeo, ya que con 121 puntos el riesgo de vertidos indeseados aumenta, se incrementa la turbidez del agua durante las operaciones de instalación de los anclajes, o se masifican las zonas de la reserva destinadas al fondeo, entre otros impactos. Por ello solicitan que el proyecto se someta a evaluación de impacto ambiental de modo que se analicen distintas alternativas relativas al número de puntos de fondeo (por ejemplo, tres alternativas con 35, 50 y 121 puntos), alternativas que también consideran que deben valorarse en el estudio de afección a la Red Natura 2000, de la que forma parte Tabarca como ZEPA y LIC.
También mencionan el impacto paisajístico negativo que la masificación de embarcaciones supone desde los puntos de observación situados tanto en la parte terrestre de la isla (playa, sendero perimetral del Campo, murallas del núcleo histórico) como en el entorno marino de las dos zonas de fondeo (desde embarcaciones en paso), pidiendo que se redacte y se exponga al público un estudio de integración paisajística. Por último, AHSA denuncia cierta falta de rigor del proyecto al tratarse la avifauna de la isla, de una de cuyas principales especies, el Paíño europeo, llega a decirse que se trata de un ave de paso cuando es sobradamente conocido que se trata de una especie nidificante en Tabarca y sus islotes, por lo que piden que se rectifique su consideración como ave de paso y animan a los redactores del proyecto a consultar el libro “Las aves de la isla de Tabarca”, editado por AHSA en 2006 – descargable en la web https://ahsa.org.es/publicaciones-ahsa -, de modo que se contraste el contenido del proyecto relativo a las aves con el libro, resultado de años de observación de la avifauna de Tabarca, espacio en el que los conservacionistas han detectado hasta 146 especies distintas de aves.
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