Desde hace décadas el anillamiento de aves nos ha proporcionado abundante información sobre una gran variedad de aves, con la introducción generalizada de las anillas de lectura a distancia en numerosas especies, unido a la popularización de la observación de aves, ha permitido conocer más detalladamente muchos aspectos de la biología de las aves. El flamenco es una de las primeras especies que se anillo de forma masiva con este tipo de marcajes, desde 1977 en la colonia de flamencos del Étang du Fangassier, los científicos de la estación Biológica de la Tour du Valat llevan varias décadas marcando flamencos que después recorren el Mediterráneo. Posteriormente se iniciaron programas de anillamiento, en otros países mediterráneos, a semejanza del iniciado en La Camarga.
Popularmente se ha asociado a los flamencos con la longevidad, creencia más basada en la mitología que asociaba a esta especie con el ave fénix que resurgía de sus cenizas, que en evidencias científicas. Aunque evidentemente los flamencos no resurgen de sus cenizas, sí parece que se trata de una especie bastante longeva. Hace unas semanas publicábamos la observación de un flamenco anillado en 1988 en Fuente de Piedra, que ya nos parecía un gran veterano, aunque a comienzos del mes de septiembre Mario Navarro Gomis observaba otro ejemplar de esta misma especie en el Parque Natural de El Hondo, aunque en esta ocasión 10 años mayor.
Se trata de una hembra marcada en La Camarga en 1978, al año siguiente del inicio mencionado programa de anillamiento de la Tour du Valat, con poco mas de 50 observaciones durante sus 42 años de vida, han sido realizadas entre el Etang du Fangassier en Camarga y el Delta del Ebro, salvo un par de observaciones en agosto de 1982 en las salinas de Thyna (Sfax) en Túnez. Curiosamente fue controlada durante 9 temporadas reproductoras en el sur de Francia, entre 1988 y 1999, a partir de esa fecha parece que se traslada al delta del Ebro donde es observada en la colonia de la Punta de la Banya durante 5 temporadas reproductoras hasta 2011. A partir de esa fecha solamente una observación en ese espacio natural en mayo de 2017, aunque no aparece vinculada a la colonia y la cita que reporta Mario en El Hondo. Aunque no se ha registrado la nidificación de este ejemplar en los últimos años, al parecer existen observaciones de algunos flamencos de la generación del 77 todavía con actividad reproductora.
Alucinante