EL ALZACOLA SE CATALOGARÁ COMO EN PELIGRO DE EXTINCIÓN Y EL OLMO COMÚN NO SE PROTEGE
El pasado mes de febrero la Consellería de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica sometió a información pública un Proyecto de Orden para modificar los listados valencianos de especies amenazadas de fauna y flora. Entre los cambios propuestos se incluía la descatalogación de la gaviota picofina Chroicocephalus genei en base al incremento de sus poblaciones.
Desde AHSA consideramos que aunque en los últimos años se ha producido un sustancial incremento de la población de gaviota picofina en el sur de Alicante, donde reside la práctica totalidad de su población reproductora en la Comunitat Valenciana, había otros factores que aconsejaban que se mantuviera la protección de la especie, por lo que presentamos alegaciones solicitando que se mantuviera el actual nivel de protección.
En el escrito de alegaciones advertíamos de que la especie tiene una alta tasa de abandono de sus colonias a causa de la predación por la gaviota patiamarilla y de las inclemencias meteorológicas durante la primavera, como fuertes lluvias y bajadas de temperatura, episodios cada vez más frecuentes en el marco de los efectos del cambio climático. Otro factor de riesgo sería la concentración de su población en unos pocos enclaves.
En la respuesta a las alegaciones, recibida hace unas semanas, la Generalitat Valenciana aceptaba la propuesta de AHSA de mantener la protección de la gaviota picofina. Otra de las alegaciones presentadas fue la referente a la solicitud de que el alzacola Cercotrichas galactotes se declarara como especie «En Peligro de Extinción», en la modificación de los catálogos propuesta se mantenía a la especie como «Vulnerable».
AHSA alegó que en 2013, cuando el alzacola fue incluido en el Catálogo Valenciano de Especies Amenazadas de Fauna, hacia varios años que se había constatado la perdida de más del 90% de las parejas reproductoras desde los años 80, lo que en esas fechas ya hubiera justificado su catalogación como «En Peligro de Extinción». Por otra parte, en el tiempo transcurrido desde su inclusión en el Catálogo, la situación ha ido agravándose. De las 43-131 parejas nidificantes estimadas en 2008 se ha pasado a 25 pp. con los criterios más optimistas. En este caso, la alegación también es aceptada y el alzacola pasará a ser catalogado como «En Peligro de Extinción».
La tercera alegación presentada por AHSA se refería a la protección del olmo común Ulmus minor, una especie abundante hasta los años 70 y 80 en que la grafiosis (enfermedad producida por el hongo Ophistoma novo-ulmi) provocó la práctica desaparición de la especie en España, incluida la Comunitat Valenciana. Consideramos que es imprescindible dotar de alguna figura de protección al olmo común, que por un lado proteja las escasas poblaciones relictas y ejemplares aislados supervivientes y por otro de cobertura a un programa de reintroducción de la especie con árboles resistentes a la grafiosis.
La Conselleria desecha la propuesta de AHSA porque el olmo común esta citado en 1.591 cuadriculas UTM 1X1 del Banco de Datos de Biodiversidad desde 1983, aunque también reconoce que se desconoce el estado actual de esa población y el grave daño que ha provocado la grafiosis, pero como no se ha cuantificado la regresión, considera que no se puede incluir en el Catálogo Valenciano de Especies de Flora Amenazada. No obstante, afirma que aunque el olmo común no esté protegido no implica que no se deban plantear medidas de mejora del taxón.