La espátula no ha sido una especie tradicionalmente abundante en el sur de Alicante, hasta mediados de los 2000, los máximos raramente sobrepasaban la docena de aves. A partir de ese momento se comienza a detectar un creciente aumento de ejemplares, posiblemente vinculado a la instalación, en 1998, de una colonia reproductora en La Camarga y a su posterior progresión. Hasta esas fechas, (mediados del 2000) solamente se habían obtenido un par de lecturas de anillas de espátulas, las dos provenientes de Holanda, precisamente una de ellas, UV, anillada en 2002 y observada por vez primera en 2005 en las salinas de Santa Pola, ha sido controlada desde entonces durante 9 otoños-inviernos, siempre en las Salinas, la última vez hace una semana.
Con el comienzo del anillamiento de pollos de espátula en La Camarga en 2008, y las primeras lecturas de anillas procedentes del sur de Francia, en 2009, tenemos la evidencia del origen del aumento de espátulas en el sur de Alicante, siendo completamente mayoritarias frente a las escasas espátulas anilladas en Holanda. Otras procedencias que se han registrado son, un ejemplar anillado en Dinamarca y otro en Croacia, ambos en 2020, además de la observación de un joven marcado en las marismas del Odiel en 2017, las tres aves controladas en El Hondo.
Como muestra de la importante proporción de aves camarguesas frente a otras procedencias, nos remitimos a las lecturas realizadas estos primeros días del mes de octubre, con un total de 57 anillas leídas ( 50 en las Salinas de Santa Pola y 7 en El Hondo) de las cuales 52 son aves marcadas en La Camarga y 5 en Holanda. Destaca el elevado número de jóvenes del año, que suman un total de 21, lo que supone más del 35% de las aves controladas.
Este año continua el paulatino aumento de espátulas en el sur de Alicante, de las 292 espátulas censadas en octubre de 2020 en las salinas de Santa Pola a las 327 de este año ( Censadas el mismo día 187 ex. en El Hondo y 140 ex. en las Salinas) , con una novedad, la presencia de la espátula en El Hondo, que era mucho menos frecuente que en las salinas de Santa Pola, ya es mayoritaria y permanecen con mayor asiduidad este otoño. Esta tendencia se inició hace varios años, coincidiendo con las bajadas del nivel de las aguas en La Reserva al final del verano y la facilidad de acceso al abundante pescado presente en este humedal. Por otra parte, es destacable también una cita estival de 33 aves en junio de 2020. ¿Estos cambios podrán desembocar en la nidificación de la espátula en El Hondo? Sin duda un espacio que ofrece mejores condiciones para la reproducción de la especie que las salinas de Santa Pola.
Citas y observaciones de Jacobo Ramos, Óscar Aldeguer y Sergio Arroyo
Texto de Sergio Arroyo