Ante la apertura del periodo de información pública del proyecto de drenaje de la desembocadura del río Segura, la Asociación de Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) alerta de que se trata de una actuación que difícilmente servirá para evitar inundaciones como la ocurrida durante la DANA de septiembre de 2019 y que tendrá un alto coste medioambiental y presupuestario.
Los ecologistas informan que el proyecto contempla el dragado de la gola del río desde la bocana del puerto deportivo hasta los espigones que protegen la desembocadura, cuando el principal problema del río son los diferentes estrechamientos de su cauce, por lo que esta actuación parece más dirigida a facilitar la entrada de barcos al puerto deportivo que a la prevención de avenidas y supone una continuidad de los trabajos de dragado realizados por el Ayuntamiento de Guardamar ante las dificultades de las embarcaciones de mayor calado para acceder a este puerto. Según AHSA, la otra zona afectada por el proyecto es el denominado cauce viejo, en realidad un meandro del río, con poco más de 30 metros de ancho, que se conservó durante la obras de creación del cauce nuevo tras las inundaciones de 1987 y donde desaguan los principales azarbes de la huerta tradicional, unos cauces que son la única salida natural al mar que tienen las aguas embalsadas en la llanura aluvial que conforma buena parte de la comarca de la Vega Baja. Los ecologistas afirman que el volumen de agua que pueden llegar a aportar estos cauces a la desembocadura, en caso de riada, es de tal magnitud que aún con el dragado de esta zona del río no podrá asumirlo de ninguna de las maneras.
La organización ecologista reclama que se actúe ya sobre la N-332, convirtiendo en un viaducto el tramo de esta carretera que cruza los azarbes que desembocan en el cauce viejo del Segura para permitir la circulación del agua en caso de riada. Así mismo, una medida que considera imprescindible para mitigar los efectos de las inundaciones que se producirán en el futuro, es la naturalización de los principales azarbes y la creación de un gran área de laminación de avenidas al este de la N-332, además del traslado de las infraestructuras existentes entre esta vía y la desembocadura del río, incluido el camping construido sobre esta zona altamente inundable.
Amigos de los Humedales advierte que dragar el cauce viejo supondrá la destrucción gratuita de este sector de la zona húmeda protegida y que en absoluto contribuirá a mitigar los daños producidos por las futuras inundaciones que sufra la comarca. Además del grave impacto ambiental causado por la destrucción del ecosistema acuático que provocará el dragado previsto, el colectivo ecologista muestra su preocupación por el destino de los lodos y sedimentos extraídos del lecho del río, recordando la posible toxicidad de los mismos tras décadas de contaminación del río Segura por metales pesados.
AHSA muestra su preocupación por la falta de medidas efectivas pese a que han transcurrido más de 4 años desde las inundaciones de septiembre de 2019 y que el único proyecto que ha salido a información pública se trate de una medida “cosmética” en cuanto al efecto de prevención de daños por las riadas, mientras aumenta el riesgo de sufrir graves episodios climáticos en la costa mediterránea a causa del constante aumento de la temperatura del mar, como los llamados medicanes, verdaderos huracanes que pueden ser extremadamente violentos y que provocan gravísimos daños.