EL PROYECTO AFECTA TAMBIÉN A UN VALIOSO YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO DE ÉPOCA FENICIA
AHSA ha alegado ante el Ayuntamiento de Guardamar del Segura contra el proyecto de urbanización del sector ZO-2 “La Rinconada”, 360.000 m2 situados junto a la zona húmeda catalogada de la desembocadura y frente litoral del Segura en los que se pretenden construir más de 1.000 viviendas para alojar a más de 3.000 personas. Los ecologistas denuncian el impacto negativo sobre la zona húmeda de la desembocadura del Segura, al urbanizarse
300.000 m2 de su entorno de protección, destacando que 100.000 m2 del sector están afectados por el PATRICOVA: 40.000 m2 presentan grado 2 de peligrosidad de inundación y 60.000 m2 peligrosidad geomorfológica. También señalan que más de un 90% del sector tiene riesgo alto de erosión y más de un 45% riesgo de deslizamiento medio, riesgos que, en opinión de AHSA, desaconsejan el proceso urbanizador. Además, destacan que el sector incluye el importante yacimiento arqueológico, protegido como BIC, del Cabeço Petit de l’Estany, un poblado fortificado fenicio que aún conserva un entorno natural que se vería drásticamente alterado al urbanizarse el sector, quedando descontextualizado dentro de un paisaje anodino de segundas residencias sobre el que, en opinión de AHSA, debe primar el actual paisaje natural.
Desde AHSA también se recuerda que la versión inicial del Plan de Acción Territorial de la Vega Baja (PATVB), ignorada por completo una vez más por el Ayuntamiento, incluyó una ficha dedicada al sector en la que se propuso “la reversión de su clasificación como suelo urbanizable y su integración en la infraestructura verde”, destacándose que el sector se ubica “junto a la Zona Húmeda de la desembocadura y frente litoral del Segura” y que “afecta a uno de los yacimientos arqueológicos de relevancia regional con los que cuenta la Comarca”. Se señala que “el sector se ubica en un espacio de una exposición visual muy elevada” y que “se asienta sobre una de las piezas verdes emergentes que se pretenden revalorizar desde el PATVB”, realizándose este análisis: “En un ámbito de alta sensibilidad ambiental y arqueológica, sobre una topografía de cerros y cabezos se propone un desarrollo urbanístico expansivo, de media densidad y alto consumo de suelo. No se considera compatible el desarrollo urbanístico de este sector con el sistema de asentamientos de la Vega Baja del Segura. Este sector fomenta un modelo expansivo de ocupación del territorio, induce a la conurbación con el municipio de Rojales y se posiciona sobre una unidad paisajística de relevancia”.
Por todo ello consideran que el sector no se ha sometido, por parte del Ayuntamiento de Guardamar, al análisis territorial y ambiental que merece desde la aprobación de su ordenación pormenorizada en 2006, hace ya más de 18 años, una ordenación que no dudan en calificar como obsoleta. Finalmente, solicitan que no se apruebe el proyecto y que el Ayuntamiento promueva la desclasificación del sector de modo que recupere su clasificación como suelo no urbanizable y que se integre en la infraestructura verde municipal y regional.