Naciones Unidas, la Comisión y el Parlamento Europeo y hasta grandes empresas del sector de las bebidas y el comercio comparten la misma visión: recuperar la práctica de devolver los envases a la tienda es la única solución para evitar el abandono masivo de latas y botellas
Es por ello que las entidades sociales se sorprenden y critican la inacción del gobierno central y en particular la inactividad del gobierno de la Comunitat Valenciana, que ha acreditado públicamente el abandono cada día de cinco millones de envases de bebidas en su región
Madrid, 9 de febrero de 2018. La llegada de los Sistema de Depósito para gestionar de manera eficiente los envases de bebidas es imparable. Esta es la conclusión a la que han llegado la veintena de entidades sociales que conforman la plataforma Retorna reunidas recientemente en la sede de Greenpeace. La práctica de devolver los envases a la tienda se ha convertido, en los últimos meses, en una tendencia mundial en el campo de la economía circular y la transición hacia modelos de consumo mucho más sostenibles. Y las pruebas de ello son múltiples.
El pasado mes de diciembre, durante la reunión de la Asamblea del Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas (UNEP), más de 200 países aprobaron una resolución histórica ante la “crisis planetaria” que provoca la contaminación de nuestros océanos. El documento incluye 10 recomendaciones para atajar el problema, siendo una de ellas un llamamiento a la industria de la alimentación y la bebida y a los grandes supermercados a aplicar “prácticas innovadoras como el uso de sistemas de responsabilidad ampliada del productor como los Sistemas de Depósito”. Difícilmente se puede encontrar un impulso más global y más unánime.
En el plazo de tan sólo un mes, varios organismos europeos se han pronunciado con la misma contundencia. El 18 de diciembre, la Comisión Europea (CE) aprobaba la revisión de la Directiva Marco de Residuos subiendo el objetivo de reciclaje de residuos urbanos hasta el 65% para 2035 (ahora apenas llegamos al 30%) y endureciendo el sistema de cálculo de material reciclado (hasta ahora se calculaba por el peso de lo que se recogía y a partir de ahora se hará por lo que realmente llega al reciclador). Y el pasado 16 de enero llegaba el anuncio de la nueva estrategia de la propia CE sobre el plástico, que propone 15 medidas para reducir la cantidad de plástico que llega y contamina nuestro entorno “transformando la manera en la que los productos se diseñan, producen, usan y reciclan”. Entre esas recomendaciones, Bruselas también pone el acento en los Sistema de Depósito, “en particular para los envases de bebidas”. De hecho, el mismo 16 de enero, también el Parlamento Europeo aprobaba una resolución para proteger nuestros océanos en la que recomendaba “introducir un Sistema de Depósito global a nivel europeo para todos los envases de bebidas de un solo uso similar al que ya existe en Alemania”. La declaración fue adoptada por 558 votos a favor y tan sólo 25 en contra.
La evidencia es tal que, hasta grandes multinacionales de la bebida, como Coca-Cola, o del comercio, como la líder británica Tesco, se han pronunciado de manera favorable a impulsar los Sistemas de Depósito también en las últimas semanas. «En los países con un Sistema de Depósito mejora el reciclaje y se reduce el abandono de envases de bebidas”, ha declarado Nick Brown, el director de sostenibilidad de Coca-Cola Europa. En la misma línea, un responsable de Tesco ha indicado: “Apoyamos el desarrollo de un Sistema de Depósito eficiente y de hecho ya estamos trabajando con un gran número de socios para poder operarlo de la mejor manera”.
Se estima que el gobierno conservador de Theresa May anuncie en breve que ellos también volverán a vender las bebidas con depósito para evitar que acaben contaminando por millones su territorio. El Reino Unido se uniría así a sus vecinos escoceses y a Malta, que en los últimos meses ya han hecho público su compromiso para implantar un Sistema de Depósito en los próximos años.
Sin embargo, las novedades aquí son bien diferentes, como indica el reciente cese del Secretario de Medio Ambiente y Cambio Climático de la Generalitat Valenciana, Julià Àlvaro. Él era el político que estaba liderando las políticas centradas en la protección medio ambiental y el impulso de una verdadera economía circular dentro del ejecutivo valenciano, pero ha sido relevado de sus funciones con explicaciones poco convincentes.
Es por ello que las entidades sociales: “Denuncian la inactividad del gobierno de la Comunitat Valenciana que, pese a haber acreditado el abandono diario de cinco millones de envases de bebidas en su región, no cumple con su compromiso de presentar en Les Corts una ley para proteger su territorio de este grave problema medioambiental”.
La consellera de Medio Ambiente, Elena Cebrián, con el beneplácito de la vicepresidenta Mónica Oltra, hace más de un año que tiene bloqueada dicha ley dentro de un cajón, actitud que las entidades tachan de sorprendente y temeraria. “Insistimos en solicitar un encuentro con la máxima responsable de estas decisiones, la vicepresidente Mónica Oltra, que a pesar de haber recibido diferentes y reiteradas peticiones de reunión desde hace varios meses, ha dado la callada por respuesta hasta la fecha”, han acordado.
A pesar de todo, las entidades sociales se muestran más convencidas que nunca de la llegada inminente de los Sistemas de Depósito ante tal la avalancha de evidencias y apoyos recibidos en los últimos meses. Pronto tendremos la respuesta a la única pregunta posible. ¿Quién será la primera CC.AA. en tomar una decisión histórica en favor de la salud de sus ciudadanos y el futuro sostenible de su entorno recuperando la práctica de devolver latas y botellas a la tienda?