Un estudio realizado por tres investigadores valencianos, Jorge Crespo, Iris Solís Hernanz y Emilio Barba, publicado este mismo mes de octubre en la revista Ardeola, pone cifras al impacto de la caza sobre las aves protegidas. En el estudio se ha recopilado los datos de las aves atendidas por disparos en los centros de recuperación de fauna salvaje de la Comunidad Valenciana en un periodo de 25 años (1991 – 2015).
Un total de 2.076 aves no cinegéticas, de 101 especies diferentes, ingresaron por esta causa, incluyendo 112 ejemplares pertenecientes a 17 especies amenazadas. Las aves rapaces fueron el grupo más afectado, sumando un 74% del total de registros.
Los episodios de caza ilegal se registran durante todo el año, aunque se alcanzan los máximos durante la temporada de caza. La cantidad de aves tiroteadas anualmente ha descendido en paralelo al número de licencias de caza vigentes en la Comunidad Valenciana.