
Un año más las irregularidades climáticas primaverales, en forma de tormentas y bajadas de temperatura, parece que pueden volver a estar detrás del abandono de buena parte de las parejas reproductoras de gaviota picofina Chroicocephalus genei de la colonia de larolimícolas de las salinas del Pinet en el Parque Natural de las Salinas de Santa Pola. Por el momento se ha calculado que podrían haber abandonado al menos el 80 % de las 1.479 parejas censadas el 14 de mayo (602 pp. en la isla sur y 877 en la isla norte).

En los primeros días del mes de junio se detectó un progresivo aclaramiento de la densidad de la colonia, principalmente en la isla sur donde el núcleo más meridional de la misma ha abandonado totalmente. Además de las pocas parejas de gaviota reidora y una de gaviota cabecinegra que allí nidificaban.
Los censos realizados el pasado 7 de junio han permitido hacer una primera estimación de la magnitud del abandono haciendo un recuento de pollos y nidos todavía ocupados, con un mínimo de 276 pollos de una edad de entre 1 y 2 semanas ( 93 pull. en la isla norte y 183 pull. en la isla sur) y tan solo 44 nidos ocupados (9 nidos en la isla sur y 35 nidos en la isla norte).
Un dato de que el abandono progresivo se inició ya a finales de mayo, es la poco usual observación de 292 gaviotas picofinas, el 31 de ese mes, asoleándose en un barbecho en Carrizales. Indicando que estos ejemplares ya debían haber abandonado las tareas reproductoras en esas fechas. Por otra parte, la presencia de gaviota picofina en los entornos agrarios de los humedales suele ser bastante más reducida y vinculada a los campos regados.

Las otras dos especies principales que comparten la colonia, charranes comunes y avocetas, no parece que hayan sufrido una disminución de sus efectivos. Al contrario, en el caso de charrán común se ha registrado la instalación de nuevas parejas durante el mismo periodo.
Este año se ha instalado otro núcleo reproductor de gaviota picofina, con alrededor de unas 200 parejas en la laguna de La Mata, del que no tenemos noticias de su evolución.
Texto y observaciones Sergio Arroyo Morcillo

