Colaboración entre especies, atrapando gambusias

Picofinas y garcetas en la charca del Prado (S. Arroyo)

Con la llegada del estío, muchas charcas de nuestras zonas húmedas comienzan a bajar de nivel y secarse, facilitando el acceso a peces e invertebrados a aquellas especies capaces de aprovechar este recurso, como gaviotas, garzas y limícolas. Esta extraordinaria disponibilidad de alimento, coincide con el final de la temporada reproductora y el inicio de la migración, momentos cruciales en el ciclo biológico de muchas especies, ya que tras el gasto de energía  que supone sacar una prole adelante, muchas de ellas se enfrentan al reto de la migración, que requiere dotarse de una reserva energética que les permita llegar a sus áreas de invernada.

 

Picofinas acicalándose tras el almuerzo (S. Arroyo)

Uno de los mejores lugares para observar estas concentraciones de aves es El Hondo, donde es especialmente abundante la  gambusia Gambusia holbrooki, un pequeño pez de origen americano que fue introducido en Europa a comienzos del siglo XX y que, como buena especie invasora, alcanza densidades muy altas en este espacio natural. En la captura de gambusias, las gaviotas picofinas Chroicocephalus genei tienen un papel principal, congregándose bandos que pueden superar el millar de ejemplares, se mueven en busca de los densos cardúmenes de gambusias, formando un verdadero frenesí pescador, al que se suman prácticamente todas las especies de garzas que albergan nuestros humedales. Las mas fieles compañeras de las picofinas en estas jornadas de pesca, son sin duda las garcetas comunes Egretta garzeta que siguen fielmente las evoluciones de los bandos de gaviotas, incluso algún avetorillo Ixobrychus minutus, que nunca abandona el refugio de la vegetación palustre, también acude al festín.

Garceta grande en la charca del Prado (S. Arroyo)

En estos días, en la charca del Prado que poco a poco está secándose, un grupo de unas 60 gaviotas picofinas ha reproducido, a pequeña escala, el espectáculo en que se convierte la pesca de la gambusia. Atraídas por las gaviotas, hasta 40 garcetas comunes han acudido a la cita que junto a otras especies de ardeidas,  han estado dando cuenta de los pececilllos que hacen bullir las cada vez más escasas aguas de la charca. Contando incluso con la presencia de una joven espátula común Platalea leucorodia.

Espátula en la charca del Prado (S. Arroyo)

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