Proponen la recuperación del trazado meandriforme del río en el marco de la renaturalización de su encauzamiento, que se tenga especial cuidado en que las actuaciones no perjudiquen humedales protegidos y especies en peligro de extinción y que se revisen los mapas de peligrosidad y riesgo
Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) y Amig@s de Sierra Escalona (ASE) han trasladado a la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), en el plazo oficial de consulta, quince aportaciones al Plan de Gestión del Riesgo de Inundación (PGRI) del Segura. Los ecologistas proponen que las actuaciones de renaturalización del encauzamiento del Segura contemplen tanto la recuperación del antiguo trazado meandriforme del río como medidas de restauración fluvial y de mejora de la vegetación de ribera en todo su tramo alicantino, exceptuando los tramos urbanos de Orihuela y Rojales. Una propuesta que, en su opinión, supondría definir un corredor verde en torno al eje del actual encauzamiento que, además de ofrecer suficiente capacidad de evacuación del agua circulante en periodo de crecidas, recupere el antiguo trazado meandriforme como cauce ordinario, al que debe dotarse de una orla de vegetación de ribera autóctona. Por otra parte, ambos colectivos recuerdan a la CHS que una de las áreas de riesgo potencial significativo de inundación (ARPSI) identificadas en el Bajo Segura afecta de forma directa a dos zonas húmedas catalogadas, la desembocadura y frente litoral del Segura y los meandros abandonados del Segura, dos espacios naturales protegidos que plantean que se integren en las propuestas de renaturalización del encauzamiento del río.
También señalan a la CHS que esa misma área de riesgo puede afectar a un espacio de la Red Natura 2000, el LIC y ZEPA de El Hondo, un humedal protegido situado en la cubeta natural receptora de varios barrancos y ramblas de dicha área de riesgo y que está conectado con el río y su sistema de azarbes. En otra aportación piden que se mencionen expresamente en la memoria del Plan a dos especies de aves nidificantes en peligro de extinción, la Cerceta pardilla y la Malvasía cabeciblanca, cuya presencia en humedales del sur de Alicante como El Hondo o el Hondo de Amorós es uno de los mayores valores faunísticos de la demarcación, solicitando que su hábitat de nidificación no se vea perjudicado por las actuaciones previstas en el Plan.
En otro bloque de aportaciones proponen la revisión de los mapas de peligrosidad y de riesgo de inundación de las dos áreas de riesgo identificadas en la Vega Baja, que se vieron muy afectadas por la DANA de septiembre de 2019, mapas que deben revisarse para incorporar peligrosidades y riesgos que se pusieron trágicamente de manifiesto durante dicha DANA, una revisión que, señalan, muy probablemente conduzca a reconocer índices más elevados de peligrosidad y riesgo. También proponen la revisión de los mapas de peligrosidad y de riesgo de inundación de origen marino a la luz de los cada vez más frecuentes y violentos temporales de levante que azotan el litoral de la demarcación a consecuencia del cambio climático, señalando como no acertada la decisión ministerial de no revisarlos. Y piden revisar la conclusión, recogida en el Plan, de que es poco significativo el incremento probable del riesgo para la Vega Baja a consecuencia del cambio climático: en opinión de AHSA y ASE el episodio de la DANA de septiembre de 2019 parece reflejar todo lo contrario, pidiendo además a la CHS que tenga en cuenta que es en las comarcas más cercanas a la costa, como la Vega Baja, donde es más probable el incremento el riesgo de inundación, tanto de origen fluvial como de origen marino.