Tras las frรญas semanas del pasado mes de febrero, la repentina subida de temperaturas de estos รบltimos dรญas ha dado el pistoletazo de salida para la temporada reproductora. Muchas de las especies de aves vinculadas a nuestros humedales, nidificantes en ellos o no, ya se hallan inmersas en el proceso que, si todo les va bien, culminarรก con el nacimiento y cuidado de sus respectivas progenies en las prรณximas semanas y meses.
Con diferente grado de avance en el tortuoso e incierto camino de la reproducciรณn ya podemos disfrutar de la observaciรณn de los primeros pasos en el mismo. Asรญ durante estos รบltimos dรญas las malvasรญas cabeciblancas, especie emblemรกtica de este espacio natural donde ha llegado a nidificar mรกs de la mitad de la poblaciรณn reproductora ibรฉrica, ha iniciado sus caracterรญsticos cortejos en el que los machos se enzarzan en escandalosas persecuciones que en ocasiones desembocan en violentas peleas. Los reclamos insistentes de los zampullines cuellinegros resuenan en el humedal mientras se van formando parejas e iniciando los bailes coordinados entre la pareja, como si de un espejo se tratara, al igual que sus parientes mรกs escasos, los somormujos lavancos.
Los aguiluchos laguneros, que volvieron a criar en el sur de Alicante hace unos aรฑos,ย despuรฉs de dรฉcadas de ausencia como reproductores, hacen sus cortejos aรฉreos o aportan material para la construcciรณn de sus nidos en los carrizales de El Hondo.
Otras especies que no nidifican en el parque, como los flamencos, copulan mientras se alimentan tranquilamente en las nutritivas aguas del aguazal, quizรกs para engendrar un pollo en la colonia de las cercanas Salinas de Torrevieja. Otras, como el pato cuchara, con sus รกreas de nidificaciรณn mรกs alejadas y con estatus de invernante en el sur de Alicante, aunque existen contadas y excepcionales citas de reproducciรณn, realiza vuelos de machos y hembras previos a la formaciรณn de parejas e incluso algunas parejas ya formadas hacen el cortejo tรญpico consistentes en repetidasย subidas y bajadas de cabeza.
Un aรฑo mรกs la vida continua, abriรฉndose el incierto periodo dedicado a la perpetuaciรณn de la mayor parte de la fauna salvaje.