El archibebe común Tringa totanus es un limícola de tamaño medio que en la península Ibérica nidifica en las marismas del Guadalquivir, La Mancha y el delta del Ebro entre otros humedales ibéricos. En la Comunidad Valenciana se ha constatado su reproducción en contadas ocasiones. Se trata de una especie que podemos encontrar en cualquiera de nuestros humedales, ya sean salinas, embalses, cultivos inundados o ríos, a lo largo de prácticamente todo el año. Durante la primavera no es inusual ver ejemplares de archibebe común con plumaje nupcial en épocas propicias como el mes de mayo o junio, aunque en pocas ocasiones se ha podido constatar su reproducción. En el sur de Alicante tenemos 3 citas de reproducción de la especie, dos del veterano ornitólogo Jose Damián Navarro, la primera de ellas se trata de un censo de 10 parejas reproductoras en las salinas de Santa Pola en 1985, una segunda cita de un ejemplar en El Hondo haciendo «display» ( postura de exhibición, alarma etc.) en 1997. La tercera de Jacobo Ramos en el Clot de Galvany en 1992 con 1-2 pp. con cortejos y cópulas. Desde esas lejanas fechas no habíamos podido constatar la reproducción del archibebe común pese a haberse observado, en diferentes ocasiones, ejemplares con plumaje reproductor en fechas adecuadas.
El pasado 3 de junio, censando aves en las salinas de Santa Pola en compañía de Jacobo Ramos, entre la típica escandalera primaveral de cigüeñuelas y avocetas, una pareja de archibebes comunes se unían al coro e incluso superaban a sus ruidosas vecinas, muy excitados volaban de un lado a otro reclamando insistentemente. Continuamos nuestro camino y realizamos una espera a una distancia adecuada para intentar comprobar si la causa de tanto revuelo era, como imaginábamos, que había pollos de por medio.
En un principio pudimos comprobar que eran tres los adultos que había, marchándose uno de ellos al poco tiempo. Tras un buen rato de plantón, vimos poco más que fugazmente, como salía un pollo crecidito de entre las matas de saladar de una mota salinera, volviendo rápidamente a esconderse. La hora cercana al mediodía y la orientación del sol hacían imposible poder hacer una foto del pequeño archibebe y observarlo adecuadamente.
Ese mismo día por la tarde, volví a acercarme a la zona para poder observar a la familia de archibebes con mejores condiciones de luz e intentar obtener una fotografía. La pareja de adultos continuaba en la misma zona pero sin rastro del pollo, en las cercanías se encontraba una pareja de cigüeñuelas con su nido, que se liaban a picotazos con cualquiera que pasara por allí, incluidos los archibebes adultos e incluso un flamenco que se mostraba sorprendido del feroz ataque de la cigüeñuela. Ataques de los que tampoco se libraba el pequeño archibebe, cuando al fin decide salir de entre la vegetación. Volviendo ipso facto a su refugio, siendo llamado insistentemente por uno de sus padres posado encima del saladar.
Parece que el pollo de archibebe tiene razones de peso para ser prudente. En este enlace puedes ver un video.
Texto y fotos.
Sergio Arroyo Morcillo
Avistamiento interesante, me he estado preguntando durante mucho tiempo si no se reproducen aquí. Solía trabajar en un proyecto en Bélgica sobre esta especie y se sabía poco sobre cualquier cría en el sur.