5 de noviembre, jornada con viento fresco de poniente en el observatorio de la Reserva de El Hondo, un bando de 7 buitres leonados Gyps fulvus cicleando bajo sobre la cola del pantano de Levante- Mientras un poco más al oeste, 5 aguiluchos laguneros Circus aeruginosus acosan a un inmaduro de águila perdicera Aquila fasciata. La charca con grupos de pequeños limícolas picotean en las orillas y zonas más someras, con 75 correlimos comunes Calidris alpina y 82 correlimos menudos Calidris minuta, entre ellos está todavía el correlimos canelo Tryngites ruficollis. Un bando de 246 avefrías Vanellus vanellus, 18 chorlitos dorados Pluvialis apricaria y 4 chorlito gris Pluvialis squatarola, dormitan al borde de la charca. Los archibebes oscuros Tringa erythropus (31 ex.), combatientes Philomachus pugnax (13 ex.) y más de un centenar de cigüeñuelas Himantopus himantopus se alimentan dispersos por la laguna. Un compacto grupo de flamencos Phoenicopterus ruber (c.500 ex.) se protegen del viento con sus picos debajo del ala. De repente, con un gran alboroto todos los limícolas levantan el vuelo en diferentes direcciones, formando bandos que vuelan de un lado a otro de la charca. Busco en el cielo alguna rapaz, sin poder averiguar el motivo de tanta inquietud, al poco tiempo la cosa se calma y cada uno vuelve a su tarea. Desde el último observatorio ( todavía está seca la charca) veo cruzar en vuelo un halcón peregrino Falco peregrinus, seguramente la causa de la inquietud de los limícolas.
A última hora repaso a la desembocadura del Segura, donde un águila pescadora Pandión haliaetus realiza varios intentos de pescar en la gola del río, a la tercera va la vencida y consigue atrapar un mújol de buen tamaño, un magnífico espectáculo para terminar la mañana.
Texto y fotos S. Arroyo