LOS ECOLOGISTAS ALERTAN DEL GRAVE IMPACTO DEL VERTIDO
DE SEDIMENTOS CONTAMINADOS CON MERCURIO EN UNA
ZONA MARINA PROTEGIDA DE INTENSA ACTIVIDAD PESQUERA
El pasado mes de mayo fue sometido a información pública el proyecto promovido por la Dirección General del Agua que contempla el dragado del cauce viejo de la desembocadura del río Segura y de su gola hasta el acceso al puerto deportivo de Guardamar del Segura. El objetivo del proyecto es la mejora de la capacidad de desagüe para mitigar los daños causados por las inundaciones producidas por el desbordamiento del río Segura. La Asociación de Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) ha presentado alegaciones al proyecto para que éste no sea aprobado por la falta de efectividad de los trabajos proyectados para la prevención del riesgo de avenidas en el bajo Segura además de los efectos negativos que el dragado del cauce del río Segura tendrá en los ecosistemas acuáticos de la zona húmeda catalogada Desembocadura y frente litoral del Segura y del Espacio Marino de Tabarca – Cabo de Palos además de sobre la costa, los fondos marinos, la acuicultura y las pesquerías de la bahía de Santa Pola.
En sus alegaciones AHSA cuestiona que el dragado del cauce viejo de la desembocadura del Segura, con apenas 30 metros en su tramo más ancho, minimizará el impacto de las inundaciones provocadas por futuros desbordamientos del río Segura y recuerda que tras la DANA de 2019 se inundaron mas de 5.000 de hectáreas en la Vega Baja, un inmenso volumen hídrico que se mantuvo estancado durante semanas en algunas zonas a causa de la merma de la capacidad de drenaje de la red de azarbes provocada por los entubamientos así como la cementación y estrechamiento de sus cauces llevados a cabo en las últimas décadas.
Los ecologistas recuerdan que en las propuestas contenidas en el Plan Vega Renhace para esta zona, se incluye definir el ámbito de una zona de laminación de avenidas junto a la desembocadura, al este de la N-332, creando humedales interconectados con los azarbes y el río, ampliando y renaturalizando el cauce de los azarbes que en la actualidad se encuentran, todos ellos, cementados en esta crítica zona inundable. Además se contempla la permeabilización de la mencionada N-332, por el efecto barrera que tiene la actual configuración de esta infraestructura.
AHSA afirma por otra parte que tanto el proyecto técnico como el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) están plagados de errores y omisiones, posiblemente intencionadas, como identificar la especie botánica predominante en las riberas del cauce viejo como caña común Arundo donax, una especie invasora, cuando la realidad es que la vegetación predominante es el carrizo Phragmites australis una especie autóctona que forma un importante ecosistema, el carrizal, que ofrece refugio a decenas de especies de fauna que también son ignoradas en los listados de fauna del EIA y que será destruido con el argumento del control de especies invasoras.
En cuanto al dragado de la gola del Segura, Amigos de los Humedales considera que se trata de la continuación de los trabajos de dragado realizados el pasado año por el Ayuntamiento de Guardamar para facilitar el acceso a los barcos de mayor calado, a esta infraestructura portuaria. Según AHSA, incluso se contempla en el proyecto sufragar los gastos de vertido, en la playa dels Vivers, de los más de 25.000 m³ de sedimentos que el Ayuntamiento de Guardamar depositó en una parcela colindante al puerto deportivo tras los trabajos de dragado señalados anteriormente, actuación que tampoco tiene nada que ver con la prevención de daños por inundaciones.
El grupo ecologista denuncia también que el vertido en el medio marino de los sedimentos extraídos generará un grave impacto sobre la costa, los fondos marinos, la acuicultura y las pesquerías de la bahía de Santa Pola. AHSA informa de que el proyecto prevé la extracción de unos 141.000 m³ de sedimentos de los cauces afectados por la actuación, cerca de la mitad, 62.000 m³, se encuentran contaminados por mercurio y salvo más de 14.000 m³ que irán a vertedero autorizado por su alto nivel de contaminación, el resto 48.000 m³, serán vertidos en alta mar, junto a otros 23.000 m³, en un punto situado en pleno Espacio Marino de Tabarca – Cabo de Palos, espacio protegido bajo la Directiva de Aves de la UE, en un sector de intensa actividad pesquera y próximo a instalaciones de acuicultura y de cultivo de moluscos.
Amigos de los Humedales considera escandaloso que tras casi 5 años desde la DANA de 2019, la primera actuación, que se somete a información pública, para mitigar los daños por inundaciones en la desembocadura del Segura y su entorno consista en un proyecto con muy escasa repercusión sobre ese objetivo y que sin embargo tiene un altísimo coste ambiental que conllevará la destrucción de una importante superficie de un ecosistema palustre así como la dispersión de un peligroso contaminante como es el mercurio, además de su vertido en un rico ecosistema marino.
AHSA considera que es más que una casualidad que el proyecto haya sido alentado por el Ayuntamiento de Guardamar, un municipio que no sufrió daños por inundaciones por la DANA, y que éste haya sido promovido por la Dirección General del Agua, dirigida durante la anterior legislatura por un ex alcalde de Guardamar del Segura y compañero de partido del actual alcalde del municipio y lamenta que se pretenda utilizar fondos para la prevención de las inundaciones en un proyecto que poco tiene que ver con esta importante cuestión.