EL FRENTE MARÍTIMO DE LA DESEMBOCADURA DEL RÍO SEGURA Y DEL LIC DUNES DE GUARDAMAR QUEDA FUERA DE LOS ESPACIOS MARINOS PROTEGIDOS PESE A LAS ALEGACIONES DE LOS ECOLOGISTAS

Pardela balear en el frente marítimo de la desembocadura del Segura (M. Real)
Pardela balear en el frente marítimo de la desembocadura del Segura (M. Real)

Con la publicación en el BOE del pasado viernes del Real Decreto 531/2025, que aprueba diversas medidas relacionadas con la conservación de varios espacios marinos protegidos de la Red Natura 2000 de la región marina mediterránea, se culmina una larga tramitación que se ha dilatado durante casi cinco años, según informan AHSA y ASE, entidades ecologistas que en septiembre de 2020 presentaron alegaciones ante el Ministerio de Transición Ecológica al proyecto de orden, precursor del Real Decreto ya aprobado, en relación a tres espacios marinos protegidos del sur de Alicante: el Cap de l’Horta, Tabarca y Cabo Roig.

Bando de negrones frente al LIC Dunes de Guardamar (S. Arroyo)
Bando de negrones frente al LIC Dunes de Guardamar (S. Arroyo)

AHSA y ASE valoran positivamente el conjunto de medidas incluidas en el Real Decreto, al ampliarse en más de 11.000 hectáreas la extensión de los tres espacios marinos protegidos del sur de Alicante y al aprobarse sus respectivos planes de gestión, pero critican que se haya perdido una nueva oportunidad para proteger uno de los más importantes sectores de litoral sur de Alicante para las aves marinas, el frente marítimo de la desembocadura del río Segura y del LIC (Lugar de Interés Comunitario) Dunes de Guardamar, 700 hectáreas que AHSA y ASE proponían integrar en alguna de las dos ZEPAs marinas colindantes, Tabarca y Cabo Roig.

Las organizaciones lamentan la inexplicable obstinación del Ministerio en dejar fuera de la Red Natura 2000 un área marina de importancia clave para la avifauna marina del sur de Alicante, ligada al estuario del río Segura y a la que los ecologistas atribuyen una elevada productividad pesquera, determinante para la instalación de colonias de aves marinas en los cercanos parques naturales de las Salinas de Santa Pola y de las Lagunas de La Mata y Torrevieja. Aves catalogadas como prioritarias que nidifican en dichos parques, como el charrán común, el charrancito, la gaviota de Audouin o la gaviota picofina, encuentran su alimento en esta zona marina.

Charran común en la desembocadura del Segura (S. Arroyo)

AHSA y ASE destacan además que la diversidad ornitológica asociada a esta zona, que ha quedado excluida de la Red Natura 2000, se extiende a otras aves marinas no vinculadas a los espacios protegidos adyacentes, como la pardela balear, catalogada “En Peligro de Extinción”, que forma destacadas concentraciones invernales que han llegado a reunir alrededor de 3.000 ejemplares. En total son 23 las especies de aves marinas sobre las que los ecologistas han recopilado información de su presencia en la zona, información que fue incluida en las alegaciones presentadas en 2020 “ante un Ministerio que parece ignorar y despreciar nuestras aportaciones”.Los ecologistas recuerdan que desde 2009, con la designación como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de la mayor parte del litoral sudalicantino, vienen reclamando sin éxito la integración de este importante espacio marino litoral en la Red Natura 2000, incluso aportando información que refleja su elevado valor ornitológico, denunciando la existencia de intereses ajenos a la conservación de las aves marinas que parecen obstaculizar la protección de la zona.

Pardelas baleares frente a la desembocadura del río Segura (J. Ramos)
Pardelas baleares frente a la desembocadura del río Segura (J. Ramos)

Por otra parte, ASE y AHSA lamentan que todas las aportaciones que realizaron en sus alegaciones a la regulación general de usos en los espacios marinos protegidos hayan sido igualmente despreciadas e ignoradas por el Ministerio, aportaciones que perseguían una mayor protección de estos espacios frente a actividades como las granjas marinas, la extracción de áridos, la regeneración artificial de playas, la retirada de las playas de arribazones de fanerógamas marinas, el vertido de efluentes de depuradoras y desaladoras (salmueras, aguas re rechazo y de desbordamiento) o el vertido de dragados. Igualmente lamentan que hayan caído en saco roto sus aportaciones para que el propio Ministerio impulsara la habilitación de centros de interpretación de los valores naturales de los espacios marinos protegidos.

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