Esta primavera, la caótica gestión hídrica en el saladar de Aguamarga ha provocado que al menos 3 nidos de chorlitejo patinegro Charadrius alexandrinus hayan quedado inundados, no sabemos cuantos mas han corrido la misma suerte, estimamos que este año han debido de nidificar 10 o 12 parejas, de momento solamente hemos visto a dos de ellas con pollos, aunque todavía es temprano. Precisamente Aguamarga es un lugar importante para el chorlitejo patinegro, especie que se encuentra en franca regresión y del que la Consellería de Medio Ambiente realiza censos específicos desde 2014 para cuantificar el descenso de la población reproductora en nuestra comunidad.
Los años anteriores se inundaban los charcones, mas o menos de forma permanente con el inconveniente de dejarlos secar durante el mes de junio, demasiado temprano para los nidificantes como las cigüeñuelas, charrancitos y canasteras que vieron como se quedaban las charcas secas cuando todavía estaban con los pollos pequeños o incluso incubando todavía en el nido. Este año se han estado inundando charcones de forma aleatoría, una semana un charcón a las varías semanas otro que permanecía completamente seco. La única especie de acuáticas que ha nidificado este año es el chorlitejo patinegro, con el resultado comentado en el inicio.
Pero desafortunadamente no solamente es el desastroso manejo de los niveles de agua, el desinterés de las administraciones tiene como reflejo la degradación del entorno, con basuras y escombros, que permanecen allí durante años, o el trasiego de vehículos atravesando el saladar a través del Dominio Público Marítimo-Terrastre, sector que hace varios años años fue acotado su perímetro con malla cinegética e instaladas dos puertas en la mota central que cruza este sector del saladar. En la actualidad éstas permanecen, la del lado oeste abierta sin el candado que se puso en su día y la del lado de la costa esta cerrada con candado, los coches acceden por el hueco que han abierto rompiendo parte del vallado.
El frente costero no corre mejor suerte, también con abundantes basuras de todo tipo entre el saladar y la carretera de la costa, parece que los equipos de limpieza del Ayuntamiento, solo limpian las dunas del lado de la playa, el otro lado de la carretera es tierra de nadie. Aunque las dunas se mantienen limpias de basuras, los vehículos permanecen aparcados o directamente circulando sobre la vegetación dunar.
Uno de los últimos tramos de costa del término municipal de Alicante, que permanece sin urbanizar o sin infraestructuras que lo atraviesen, continua sumiéndose en su tradicional abandono, inmutable ante el desfile de responsables políticos de diferentes y variadas opciones políticas, cada día mas degradado y mas ignorado.