La CHJ tramita el vertido de salmuera a 850 metros del nuevo humedal del río Montnegre

Los ecologistas exigen un estudio ambiental para evaluar el impacto de la desalación de 500.000 metros cúbicos propuesta por los regantes

Rio Monnegre (J. Ramos)

Los ecologistas exigen un estudio de impacto ambiental para valorar la repercusión del vertido de 500.000 metros cúbicos de agua con alto contenido en sal, por la desalación de una cantidad similar de caudal procedente del Pantano de Tibi. La asociación Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) ha presentado alegaciones a la autorización de vertido al río Seco-Montnegre que tramita la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), en las que entre otras cosas piden evaluar el impacto del vertido sobre la nueva zona húmeda del río Seco, aprobada hace unos meses y que abarca el tramo final del cauce. El punto de vertido está situado a la altura del punto donde echa el agua regenerada la depuradora de Sant Joan, a 850 metros del humedal. Por ello alerta del impacto que esta salmuera puede tener en el vergel del río Seco, y pide que se estudie antes de autorizarlo.

La Comunidad de Regantes Sindicato de Riegos de la Huerta de Alicante, propietaria del Pantano de Tibi, ha pedido la autorización de la CHJ para tratar 500.000 metros cúbicos del embalse, cuyo caudal dejaron de emplear en 2004 por su alta conductividad. Para ello se va a acondicionar una antigua instalación de filtrado y depuración a la altura del Chapitel, en Montnegre, para reducir la presencia de sales en una parte del flujo del río para poder usarlo en cultivos sensibles a la salinidad, y ante la acuciante falta de caudales de calidad.

Y durante este procedimiento, en la fase de exposición pública, AHSA, a través de su vicepresidente Miguel Ángel Pavón, ha presentado alegaciones en las que exige valorar el impacto de este vertido del rechazo procedente de la desalación al río y por extensión al mar.
AHSA alerta que «el expediente debe tener en cuenta la condición de zonas húmedas catalogadas tanto del Pantano de Tibi como de la desembocadura del río Seco-Montnegre, así como la situación del punto de captación dentro de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) Riu Montnegre y la afección del vertido tanto a la zona húmeda catalogada del Río Seco-Montnegre como al LIC marino del Cabo de la Huerta». Por ello exige que el expediente incorpore «un estudio de impacto ambiental y un estudio de afección sobre la Red Natura 2000».

 Cauce del río Seco  (J.A. Rico)

Los conservacionistas explican que «de la lectura del anuncio de información pública no parece que se haya tenido en cuenta la condición de zonas húmedas catalogadas del Pantano de Tibi y del tramo final y la desembocadura del río Seco-Montnegre. Ambos humedales se encuentran incluidos en el catálogo de zonas húmedas de la Comunidad Valenciana».
Del mismo modo señalan que «es preciso también tener en cuenta que el punto de captación se sitúa dentro de un espacio de la Red Natura 2000, la ZEPA Riu Montnegre, detrayéndose caudales del río y pudiendo generarse una afección negativa sobre los ecosistemas y especies asociados al tramo del río situado aguas abajo, parte del cuál se sitúa dentro de la propia ZEPA a lo largo de 1.750 metros de su cauce.

Además, «debe considerarse que el punto de vertido de la salmuera (agua de rechazo de planta desaladora, con un importante volumen anual de casi medio hectómetro cúbico) se sitúa a tan solo 850 metros, aguas arriba, de la zona húmeda catalogada Río Seco-Montnegre”, y a escasos 100 metros de su cuenca de afección, pudiendo verse afectados negativamente por el vertido los ecosistemas y especies asociados al tramo del río situado entre el punto de vertido y su desembocadura al mar, parte del cuál forma parte del humedal catalogado antes mencionado».

AHSA también pide que «debe analizarse si para garantizar un volumen mínimo de aguas en el punto de captación se van a realizar alivios del Pantano de Tibi, unos alivios o desembalses que podrían impactar negativamente sobre los ecosistemas y especies tanto de la propia zona húmeda catalogada del pantano, con posibles fluctuaciones del nivel de la lámina de agua que pueden ser relevantes sobre su funcionamiento como humedal, como sobre el tramo del río Montnegre situado aguas debajo de la presa histórica del pantano».

Por último, «se debe analizar si el importante vertido de salmuera puede tener un efecto negativo, sinérgico con el vertido de salmuera de la desaladora de Mutxamel, sobre los ecosistemas y especies asociados al espacio marino protegido de la Red Natura 2000 del Cabo de la Huerta, Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), en especial sobre las praderas submarinas de la fanerógama marina posidonia oceanica».

«Por todo ello este expediente debe incorporar un estudio de impacto ambiental y un estudio de afección sobre la Red Natura 2000, así como valorarse muy cuidadosamente los impactos de la captación y del vertido sobre los espacios naturales afectados (zonas húmedas catalogadas y espacios de la Red Natura 2000) para que estos no sufran impactos negativos que supongan un deterioro de sus condiciones ecológicas».
Además, reclama ampliar el plazo de exposición pública por problemas en el acceso a la documentación.

Respuesta de los regantes

Por su parte desde la comunidad de regantes han señalado que han contestado a las alegaciones y no se oponen a que se realice un estudio concreto sobre el impacto si así lo considera la CHJ, pero han recordado que el vertido se realiza en el mismo punto que vierte su caudal la depuradora, donde se junta además con el caudal del río, y que la Confederación no ha puesto reparo tras evaluar el «cóctel» de aguas resultante, que entra dentro de los parámetros establecidos. Los regantes tienen previsto aprovechar una conducción ya existente de su propiedad para verter allí el rechazo de la desalación. Del mismo modo, en cuanto al humedal del pantano de Tibi han señalado que los desembalses están sujetos a las correspondientes autorizaciones de la CHJ, que se realizan de forma periódica, y que la actividad propuesta no va a afectar de forma relevante a la cantidad de agua que allí se almacena, en torno a dos hectómetros cúbicos.

ARTÍCULO DE J.A. RICO PUBLICADO EN EL DIARIO INFORMACIÓN EL 17/09/2022

 

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