El pasado mes de septiembre observé tres ejemplares de pagaza piquirroja Hidropogne caspia, dos adultos y un juvenil, en un primer momento se posaron en una de las isletas un adulto y un juvenil, estando éste último marcado con una anilla de lectura a distancia de color rojo, lo que indicaba que pertenecía a un programa de anillamiento de Suecia donde nidifica buena parte de la población báltica de la especie. Al cabo de un rato llegó un tercer ejemplar, un adulto, también marcado con una anilla de color oscuro y el código de un color marrón rojizo lo que dificultaba seriamente la lectura del mismo, la anilla metálica también estaba muy oxidada por lo que deduje que por algún motivo las anillas estaban muy degradadas. Tras un rato descansando y tras infructuosos intentos por mi parte de descifrar el código de la anilla oscura, las pagazas volaron hacia el mar.
Pasados unos días comuniqué la lectura de la anilla del ejemplar juvenil a través de la web del Museo Sueco de Historia Natural, pasadas las semanas y ante la falta de respuesta envíe un correo preguntando si había sido insertada correctamente en la base de datos. Me respondieron que sí pero que al tratarse de un individuo juvenil que había sido anillado ese mismo verano, la persona que lo había anillado no había comunicado los datos de anillamiento.
Esta misma semana ha llegado el historial y corresponde a un ave marcada el 28 de junio de este año en Rödkallen Storgrundet, dos pequeñas islas de la costa norte báltica de Suecia, una de las colonias más septentrionales de la especie en su área de distribución en Europa, situada a 3.366 km de Pinet y que la joven pagaza recorrió con apenas 3 meses de edad.
Con respecto al otro adulto anillado, aunque no pude descifrar el código de la anilla, echando un vistazo a los escasos programas de anillamiento de la especie, pude aventurar que la anilla en origen era azul oscura con código blanco, perteneciente a un programa de anillamiento también sueco y que ha marcado aproximadamente 200 pagazas entre 2018 y 2023 en el delta del río Ume a 200 km al sur del paraje donde fue anillado el juvenil controlado. Con esta lectura ya son tres las pagazas piquirrojas que hemos controlado en el sur de Alicante, todas ellas procedentes de Suecia y controladas en las salinas de Santa Pola.
Sergio Arroyo Morcillo