
El pasado 3 de febrero fue controlado en El Hondo un ejemplar de correlimos común (Calidris alpina) que portaba una anilla de lectura a distancia. Según los esquemas de anillamiento se trataba de un ejemplar anillado en Gales, aunque al introducir los datos en la aplicación del grupo de anillamiento que marcó el correlimos, el Mid Wales Ringing Group, daba error.
Tras enviar un correo me comunican que el problema se debía a que no habían metido todavía los datos del ejemplar que había sido capturado el 4 de octubre pasado en la Ynyslas National Nature Reserve, un humedal costero donde hacen parada numerosos limícolas migrantes. Al parecer estuvieron a punto de no anillarlo porque presentaba una lesión en el tarso, aunque ya cicatrizada.
El proyecto de anillamiento ha marcado alrededor de 5.000 correlimos comunes en los últimos 4 años. Para el sur de Alicante es el quinto correlimos común anillado que controlamos, con controles previos de tres aves marcadas en Polonia y una en Hungría.
Ese mismo día pude controlar también 5 ejemplares anillados de aguja colinegra (Limosa limosa), 4 de ellos marcados en Holanda y uno más procedente de la pequeña población inglesa de colinegras del Nene Washes. Todos los ejemplares, menos uno de los holandeses, los había observado durante el paso postnupcial. Parece que tomaron el mismo camino de vuelta.
Por último para completar la jornada de lectura de anillas, conseguí leer el código de la anilla de un tímido chorlitejo grande ( Charadrius hiaticula) que no acababa de ponerse a la distancia adecuada, siendo también un repetidor, un ejemplar anillado en Polonia en julio de 2023 y controlado 3 meses después en El Hondo.
Texto: Sergio Arroyo Morcillo