JUNTO A CENTENARES DE GAVIOTAS CABECINEGRAS, FUMARELES COMUNES Y DECENAS DE CANASTERAS
Las inesperadas lluvias del pasado miércoles dieron la salida a miles de hormigas aladas para emprender el vuelo para fundar nuevos hormigueros; con su abdomen repleto de grasa que les permitirá realizar una verdadera migración, atraen por centenares a otros seres alados, las aves, para capturar estos nutritivos insectos.
Durante una visita al atardecer a las salinas de Pinet, para echar un vistazo a los fumareles comunes y resto de estérnidos, me sorprendió el gran número de gaviotas cabecinegras que sobrevolaban los cielos del entorno de la N-332 en la salida de La Marina, deduciendo que se encontraban capturando hormigas voladoras a las que son muy aficionadas, tanto las cabecinegras como las reidoras, aunque en esta ocasión las reidoras no habían acudido al banquete.
Cuando me aproximé por el camino que bordea las salinas de Pinet por el oeste, me encontré con más ejemplares de cabecinegras volando mucho más bajo, sobre el saladar que bordea esa zona, a la caza y captura de hormigas de alas, con ellas también había charranes comunes, no menos de 100 ejemplares, incluidos algunos juveniles que ya habían aprendido a capturar estas pequeñas pero apetitosas presas y al menos 50 canasteras. Incluso algún ejemplar de gaviota picofina también.
Los fumareles comunes se apuntaron a comer hormigas cuando ya el sol empezaba a descender por el horizonte. La baja altura a la que volaban hormigas y predadores me permitió disfrutar en primera fila de los requiebros que realizaban las aves para capturarlas, todo un espectáculo.
No recuerdo haber visto charranes comunes capturando hormigas de alas, siempre parece que sus presas son exclusivamente pececillos que capturan principalmente en el mar, pero también en otros cuerpos de agua, bien en las salinas o en humedales de aguas continentales como El Hondo o el pantano de La Pedrera. Quizás la única referencia que tengo de un charrán común alimentándose de algo que no sea pescado, se trata de la observación de un ejemplar, también en Pinet, capturando chicharras sobre el pinar adyacente.
Texto y fotografías Sergio Arroyo Morcillo