UN INCOMPRENSIBLE PASO ATRAS EN EL CONTROL DE RESIDUOS EN EL RÍO SEGURA
Hace escasamente un año la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) instaló unas barreras de retención de basuras flotantes en diferentes azarbes que vierten sus aguas en el cauce viejo de la desembocadura del río Segura. La CHS había llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento de Guardamar para que éste se hiciera cargo de la retirada de la basura acumulada en éstas. La instalación de estas pantallas tenía como objetivo impedir la llegada de envases y otro tipo de residuos flotantes al río Segura y durante los meses en los que han estado instaladas acumulaban una importante cantidad de basuras.
Esta misma semana hemos podido comprobar que las pantallas han sido retiradas por lo que los residuos que circulan por los azarbes vuelven a acabar en el cauce del río, degradando gravemente la zona húmeda protegida. La instalación de pantallas de retención de basuras flotantes ha sido reclamada por AHSA desde hace años y su retirada es un grave e intolerable paso atrás en la gestión de este grave problema que azota a la red de azarbes, al río Segura y al propio mar Mediterráneo.
Es incomprensible que se revierta un pequeño avance en el control del vertido de residuos en la desembocadura del río Segura y la completa indiferencia de las administraciones ante este grave problema. Recordemos que, más recientemente, desde AHSA y otros colectivos ecologistas y ciudadanos que formamos parte del Consejo de Participación Ciudadana del Consorcio de Residuos de la Vega Baja, reclamamos que este organismo actuara contra los vertidos de residuos en los azarbes de la huerta tradicional del bajo Segura, aunque pese a las promesas de actuación de su presidente, el alcalde de Dolores, no ha habido ningún avance.
En la petición presentada pedimos que, además de que se acordara con la CHS la instalación de más pantallas, que el Consorcio gestione que los gastos de extracción y traslado a vertedero de los residuos retirados de esas pantallas sean sufragados por los sistemas colectivos de responsabilidad ampliada del productor mediante entidades como Ecoembes o Sigfito, tal y como contempla la Ley 7/2022 de residuos, aprobada el pasado mes de abril, que establece que estas entidades deberán sufragar los costes de la limpieza de los vertidos de estos residuos, así como su posterior transporte y tratamiento.
La situación de degradación causada por el vertido de envases y otras basuras de origen plástico, tiene su origen en el fracasado sistema de gestión de este tipo de residuos y la resistencia y la falta de respuesta de las administraciones públicas ante la presión de las grandes empresas productoras y comercializadoras de estos productos.